Viajes, talleres, este dolor en el hombro, una confabulación de causas para retrasar la escritura de mis impresiones sobre el Tercer Congreso de Coaching de Argentina en el que tuve el honor de estar invitado nuevamente para exponer mi experiencia de consultor-coach en el mundo de las organizaciones.
Aunque haya pasado más de un mes quiero poner en orden mis ideas desde dos perspectivas:
- La perspectiva del participante, del "uno más" que escribió en su cuaderno, preguntó, escuchó mucho, departió con colegas y se rió con ganas. La llamaré del Congresista
- La del ponente que preparó una presentación.
Al Congresista volvió a gustarle nuevamente la organización, esa mezcla de informalidad y precisión, le volvió a impresionar el número de participantes ¿Y todos estos son coaches, aprendices de coaches, interesados por el coaching?.
Al Congresista le fueron gratos los reencuentros, la presencia significativa de aquellos a quienes el culto Calcagni denominó paleocoaches en vez de "cosecha del 93" como nos autollamamos nosotros.
Agradeció la presencia de coaches españoles y la evidencia que el coaching ha dejado de ser en España el ejercicio de un grupo de raros iniciados en una concepción del management psicologizado o de la terapia personal esotérica, que una y otra cosa se ha dicho.
Lo que rescata el Congresista de las ponencias a las que asistió y los talleres que escogió es:
- El Taller "Coaching sin fronteras: una realidad solidaria" del español Borja Milans del Bosch (taller al que asistió a pesar del escalofrío que le produce ese apellido). El hermoso proyecto de esa ONG dedicada a dar capacidades a los que ayudan a otros. Al servicio de los que están al servicio. Formar coaches para que estén al servicio de los mas desfavorecidos. Una posibilidad que fue expuesta en un lenguaje muy coloquial y desde una humildad que se agradece.
- La intervención de mi compañera de promoción y amiga, la venezolana Ivonne Hidalgo, y la relación entre las grandes tareas del hacer directivo y los actos del habla. Esa buena fusión entre las categorías de la gestión y el lenguaje que las anima.
- La presencia de Julio Olalla (y cito con propiedad presencia). No puedo decir que hubiera nuevos aportes conceptuales a los que hemos escuchado a Julio en otras ocasiones. Incluso algunos nos sorprendimos que la dinámica elegida para trabajar en grupos fuera la identificación de nuestros enemigos del aprendizaje, para abrirlos en la conversación y recibir comentarios de los otros. Sirvió para un ejercicio tan interesante como el que hizo Raúl Pacheco y publicó en el blog de la ICF Chile Volvió a incomodarme el coaching en sala, especialmente el mas expuesto que se produjo y sin embargo hay algo en la presencia de Julio que produce aprendizaje, que invita, que revela. eso fue lo que sentí y sobre lo que estuve escribiendo y preguntándome ¿Qué es? ¿Por qué puedo inspirarme en lo que ya oí decenas de veces? Y me quedé con la idea que es esa profunda conexión con él mismo, con lo que le rodea. Cuando Julio Olalla se para en la tarima y mira a la sala, está todo él sobre la tarima y está con la sala. Se emociona, se ríe, se conecta con lo que está pasando de una forma que desborda las palabras
- Anoté en mi cuaderno la respuesta a su pregunta ¿Por qué surgió en el mundo esta práctica? "Una práctica prende cuando se hace cargo de algo que las viejas prácticas no se hacen cargo" Y en su interpretación el coaching viene a conectar esos dos mundos que crea la Edad Moderna cuando separa el saber interior (religión, filosofía) y el saber exterior (los empiricistas, lo que se puede medir, lo que llamamos objetivo). El saber exterior progresa, el interior se hace sospechoso, dice Julio. No medimos el Producto de la Felicidad Bruta. Y cuando en los paises se hacen medidas sobre la percepción de felicidad de sus ciudadanos los resultados no concurdan con su crecimiento económico. Algo pasa.
Cuando escucho a Julio desde la claridad de mis acuerdos y desacuerdos predomina la decisión de formar parte de esta profesión que construye un saber "mas complejo y mas bello de lo que imaginamos" aunque sienta que aún busco a ciegas entre el caos, la confusión, la trasgresión, la verguenza, a veces. Predomina la certeza de estar buscando en un camino correcto, en una senda que debo transitar. Entiendo que esta serenidad que tengo en el fondo, no es el resultado de una mente psicópata, que no se da cuenta, que no percibe fronteras.
Lo que no cumplió con la expectativa del Congresista, tal vez porque tuviera muchas creadas, fue la Mesa Redonda "Reflexiones filosóficas sobre el quehacer del coaching" en la que participaban los filósofos Aldo Calcagni y el italiano Ray Dalton. Finalmente se convirtió en el lanzamiento de preguntas al auditorio para que trabajáramos en grupo, para que diéramos nosotros las respuestas. Lo que más me gustó fue la moderación de otra compañera de cosecha, la argentina Graciela Rossi
Aún así me permitió preparar una lámina más para mi presentación del día siguiente, sobre la me referiré en el post que escribiré enseguida para ponerme al día.