La semana pasada terminé mi trabajo con D.
D. es un directivo joven con una gran trayectoria por delante. Llegó a la reunión con una hoja en la que había anotado diez aprendizajes. ¡Vaya, un decálogo! le dije. Lo leyó y se explayó en cada punto. Al final me quedé en silencio con el asombro de descubrir lo que la conversación genera, sorprendido de ese misterio transformador.
Empezó diciendo que esperaba algunas herramientas precisas y al poco descubrió que debía desarrollar una intuición. Esperaba trabajar con recetas y trabajó con creencias. Esperaba precisión y navegamos por aguas confusas que reflejaban luz. Su lista decía:
1. El éxito de mi plan depende de mi (compro la metáfora del barco que se propone un puerto en vez de la piragua que se acomoda al surco de un río diseñado por otro) Yo soy el responsable.
2. He aprendido que como directivo puedo dejar una marca en quienes trabajan con.migo , puedo dejarles una huella, imprimirles un sello. No puedo desaprovechar esta oportunidad.
3. La construcción de la empresa se hace en torno a conversaciones, según me posicione en cada uno de los ámbitos de conversación puedo ser un actor relevante. Quiero estar en esas conversaciones.
4. He aprendido que debo generar una visión positiva de nuestro rol y transmitirla. Ponerle rostro a la visión de nuestra área.
5. Quiero hablar, opinar. Así ejerceré influencia. No quiero omitirme. Muchas veces la gente que está en posiciones de liderazgo no es quien tiene la técnica, puede no remangarse la camisa, pero tiene intuición. He aprendido que quien dirige puede no ser el mejor moviéndose en medio de los árboles, pero debe tener sentido de dirección y expresarla.
6. He aprendido la necesidad de mejorar las habilidades blandas y he empezado a mejorarlas:
a. Percepción
b. Conversación
c. Conjunción de emoción, cuerpo y mensaje
7. Me voy, teniendo claro que la administración del tiempo como recurso escaso y la proactividad, son dos aspectos fundamentales de mi tarea y he empezado a usarlos.
8. He aprendido que es necesario dar descanso al cerebro y al cuerpo., que se puede integrar en la carrera el tiempo de la competencia y el tiempo del descanso. Me voy con tarea en este aspecto.
9. He empezado a delegar. El mensaje mas fuerte que aprendí en este sentido, es que si hay cosas de naturaleza delegable y no puedo delegarlas el problema es mio.
10. He empezado a generar espacios de confianza y de construcción del área y la función, eso implica construir un equipo y definir el estilo de ese equipo, su escuela.
Me voy con mucha tarea aunque vine a que tú la hicieras, sin embargo estoy contento y agradecido.
Cuando D. salió de mi oficina pensé que si hubiera escrito yo el guión de un caso de éxito no lo hubiese escrito mejor y me quedé con una sensación de ser parte de un proceso de transformación que se escapa de mis talentos.
Me puse a mirar alrededor esperando una señal, pero Jéssica me avisó que me esperaban en la siguiente cita. Gracias D, por estar preparado, porque hasta que el alumno no está preparado no aparece el maestro, gracias por constituirme en un apoyo para ese desarrollo. Yo, que tengo tanto que aprender de la vida.