lunes, junio 27, 2011

Algo huele a podrido en Dinamarca


Eso decía el fiel Marcelo a Hamlet y Horacio en el drama de Shakespeare. Hoy Dinamarca huele mucho mejor que otros lugares del planeta, pero algo no funciona en el mundo y por eso, por los cuatro puntos cardinales aparecen los indignados, contra la manipulación de la democracia, contra el sistema financiero, contra la desigualdad, la educación, contra el abuso y desde la decepción.

Podríamos concluir que los países, las empresas y la sociedad en su conjunto no se sienten bien dirigidos y por eso quienes viven en ellos (los dirigidos) muestran su repulsa, pero  esta es sólo una interpretación muy general, lo que está pasando en el mundo merece un análisis mayor. En la indignación aparece una voz que quiere participar, que dice, expresa, no se conforma, hace notar que las cosas no funcionarán de esta manera en el futuro, no con ellos.

En el recién terminado Congreso Europeo de Coaching supe por la “retransmisión” en Facebook que hizo Enrique Sacanell que uno de los pioneros del coaching Sir John Whitmore dijo que La jerarquía está en declive y su espacio lo ocupará la auto-responsabilidad”. De esto quiero hablar, de que hemos dejado de dar autoridad a las jerarquías, porque no representan los intereses, los sueños o las expectativas de quienes les votaron o de quienes dependen de ellos dentro de una relación de madurez seguidora, porque  ejercen su rol de una forma que las personas no están dispuestas a aceptar y esto es bastante parecido en el ámbito político, social y empresarial, obviamente con formas de expresión y consecuencias diferentes.


Lo interesante de lo que está pasando es que se están cambiando las reglas del juego, no se propone otro partido, no hay un líder, no se plantea una revolución como la hemos entendido hasta ahora y de hecho cuando buscamos todo esto detrás de lo que ocurre es porque no podemos salir del paradigma de las jerarquías para hacer nuestro propio análisis. Lo que sucede está ocurriendo, quiero decir que, como en algunas novelas se está creando conforme ocurre la escritura, está naciendo, es una nueva manera de establecer conexiones, difíciles aún de entender. Juan José Millás en una reciente columna en el diario El País propone atender a la horizontalidad como fenómeno.

De alguna forma en las empresas este es un tema que emerge: la capacidad de establecer redes horizontales que rompan la tendencia a los silos y operen de una forma coordinada en donde el liderazgo esté en un proyecto compartido, en valores y prácticas que representan realmente una visión de progreso y ganancia mutua y sin la pretensión de competir por un puesto en la estructura, sino modificar de hecho las formas de coordinación y ejecución.


Hablamos mucho de la horizontalidad, es cierto, pero raramente ocurre, menos aún en la política, a pesar que sea un requerimiento general del mundo en que vivimos  que se expresa por motivos distintos.  Por ejemplo como señalaba Cristovam Buarque en su artículo “La primavera y el otoño” la diferencia entre los movimientos árabes y lo que pasa en España y en los puntos de Europa en los que el movimiento 15M se está propagando es que La primavera árabe es el resultado de la falta de legitimidad de la política (en sus países), el otoño europeo es el resultado de la falta de imaginación de los políticos”. Por ello podemos concluir que no estamos ante una revolución en el sentido clásico, no se pretende terminar con la democracia o con la empresa, estamos ante un proceso de reforma y renovación de un profundo sentido ético y moral.

Rafael Echeverría en su último libro “Ética y Coaching ontológico” señala la crisis más profunda que hoy encara la Humanidad y, de manera particular, la cultura occidental, que se halla en la base del actual proceso de globalización, es una crisis en el ámbito de la ética

Y esto es lo que millones de personas le dicen a los políticos: no me representáis porque estáis defraudando nuestras expectativas, porque buscáis el poder por el poder, porque dejáis que la corrupción avance, porque no sabéis escucharnos, miráis un mundo que cambia más rápidamente que vuestras mentes, y para defenderos lo negáis, queréis ver detrás de él malintencionados complots, a un enemigo que quiere ocupar vuestro lugar y no es así, lo que hay detrás es el deseo de un mundo mejor, más justo, es la pureza de la vida buena, expresada a partir de una realidad en la que la tecnología, las redes y esa nueva conciencia que está surgiendo en este momento de la historia os plantean.

Una vez más, volviendo al mundo de las organizaciones quiero repetir que los empleados no se van de las empresas (de hecho se van a otras empresas manteniendo la esperanza de algo distinto) se van de sus jefes. Los ciudadanos no se van de la democracia, ni de la política, de hecho lo que están haciendo es política en su mejor concepto y sentido,  a quienes abandonan es a los políticos, mientras estos juegan a decir que están de parte de los indignados para sacar capital político o a fabular conspiraciones (como cuando en España vivíamos bajo la amenaza permanente de lo que el dictador Franco llamaba las hordas judeo masónicas, por citar una retórica execrable).

Cuando un movimiento se llama “Democracia real ya” no está proponiendo abandonar la democracia, a quien abandona es a sus representantes y por ende a la interpretación de esa representatividad. Es cierto que es un tránsito complejo pasar de una democracia representativa a una democracia participativa. Nos hace pensar en el ágora griega en la que el heraldo abría la sesión diciendo ¿Quién quiere tomar la palabra por la ciudad? Y los responsables como en Fuenteovejuna o como en la película de Espartaco somos todos.


Sami Nair en su artículo “La mundialidad” se refiere al advenimiento de una nueva conciencia común que desmiente los discursos oficiales de los poderes autoritarios. Esa conciencia que surge de un momento y una experiencia históricos, hace que ciertos fenómenos sean naturales y son los viejos paradigmas los que no se hacen cargo de esa naturalidad desde sus matrices explicativas.

Por eso me animo a mezclar temas tan diversos en este “Arte de dirigir” porque políticos, ejecutivos y coaches nos enfrentamos a la necesidad de repensar nuestro rol, de entender nuestra responsabilidad más allá de cumplir presupuestos y lograr determinados resultados. Como conductores de procesos, modeladores de mentes y gestores de emociones tenemos que estar abiertos a comprender aspiraciones, lógicas y formas de expresión de un mundo sumido en una profunda transformación. Solo así podremos contribuir a un liderazgo para un futuro sostenible.

jueves, junio 23, 2011

Coaching y Políticos, Coaching a Políticos

Como coach de políticos nunca  éstos me preguntaron por qué debían tener coaching, ellos sabían por qué, desde que expongo sobre Coaching y Política son frecuentes, sin embargo, dos preguntas: ¿Qué papel  juega el coaching en el mundo de los políticos? y ¿Cómo se interesan los políticos en el coaching, cómo acceden a él? Por eso el objetivo de estas líneas es ofrecer algunas reflexiones y experiencias para responderlas.

¿Qué papel juega el coaching en el mundo de los políticos?

Desde luego no el que señalaba hace unas semanas el  periodista  y cronista parlamentario  español Raúl del Pozo cuando en su artículo titulado “Zoilo y Magdalena” escribía con mucha frivolidad Raquel Quílez, en este mismo periódico, define el coach como el intento de los asesores de dar confianza emocional a los candidatos. Les explican cómo hay que comportarse, cómo debe besarse a los niños; los políticos se someten a los diseñadores de gestos como los futbolistas a Mou. Las sesiones de coaching son los nuevos ejercicios espirituales de los aspirantes a ediles. Antes valían las ideas, ahora el coach.”

El coaching como lo entendemos quienes lo practicamos profesionalmente no es lo mismo que la asesoría de imagen, nada tiene que ver con el maquillaje, sino con el trabajo profundo de que quien lo recibe se conecte con la coherencia entre su pensamiento y su acción, sea capaz de auto observarse y de mejorar su escucha y tomar conciencia del impacto de su actuar. El coaching está más cerca del camino del autoconocimiento que de la artificialidad de simular gestos.

Tampoco el coach es un estratega político que aconseja a quien ostenta un rol en ese ámbito, su campo de acción es el ser que el político es y ante eso cabe la pregunta ¿Tiene sentido hablar del político como persona en el escenario de la Política actual? Los hechos parecen decir que sí. Por referirme a tres países que conozco bien:

1.       ¿Qué significa el Movimiento espontáneo del 15 M, sino la reacción de una mayoría de los ciudadanos de un país que trabajó tan arduamente por lograr su democracia, ante una actuar de los políticos que les ha desencantado? Hoy que escribo estas líneas aparece la noticia que según una encuesta de Metroscopia el 81% de los españoles pide a los partidos que escuche más a los ciudadanos y que quienes protestan tienen razón en hacerlo, el 66% simpatizan con el Movimiento 15-M y el 90% cuestiona el modo en que funcionan los partidos políticos españoles.


2.       ¿Qué significa que en la reciente encuesta de ADIMARK  en Chile, la democracia que mas pruebas de eficacia ha mostrado en Latinoamérica en los últimos 20 años, el Gobierno obtenga más de un 57% de rechazo y la oposición (La Concertación de Partidos para la Democracia que tantos logros tuvo en su larga etapa de Gobierno) obtenga un 65% de rechazo?




3.       ¿Qué significa que los universitarios venezolanos estén pensando en irse de su país al terminar sus carreras si es que tienen medios para ello?

En mi opinión es incuestionable que los ciudadanos están descontentos con la forma de hacer política y esta es una opinión transversal e independiente de los resultado económicos, por eso cito a Chile que ostenta los mejores resultados en Latinoamérica  y a Venezuela que tiene los peores. El mundo está cambiando y nuestros políticos no se han percatado de ello, están demasiado inmersos en sus carreras de poder, aferrados a unas certezas que hoy no permiten agregar valor a una sociedad que ha evolucionado drásticamente.  

El Coaching trabaja fundamentalmente en el aprendizaje de segundo nivel, aquel que, por encima de las técnicas, plantea cambiar los paradigmas de observación del mundo. En consecuencia podríamos concluir que están dadas las condiciones para hablar de la existencia de una demanda potencial para el coaching a políticos y un importante rol para éstos, sin necesidad de  acudir a la historia en la que tener consejeros y personas de confianza con quienes afrontar dilemas de pensamiento y acción fue siempre cosa de los gobernantes. 

¿Cómo se interesan los políticos en el coaching, cómo acceden a él?

Es verdad que no siempre sabemos lo que necesitamos, pero creo que todo lo anterior permite la sospecha de que los políticos empiezan a tener conciencia de una necesidad de cambio. Ante ella el primer problema es saber a quién acudir y ante esto hay que declarar una baja capacidad de los coaches para posicionar sus mensajes y su imagen de constituir una posible alternativa.

Aún existe mucha confusión sobre qué es coaching (nombre que por cierto es poco afortunado en nuestro mundo hispanoparlante ) y aún más lejanía del trabajo de los coaches con el quehacer de los políticos.
Puedo hablar, por tanto, de mi experiencia como coach español en Chile donde los principales caminos han sido dos. El primero el momento en que el político se enfrenta a la problemática de la gestión, en este rol le es más fácil pedir asesoría. Como consultor de Modernización del Estado se me presentaron las principales oportunidades de mostrar que tras la gestión hay sentido de proyecto y que tras este hay ideas y personas y que la coherencia de todo ello no es un tema fácil, tiene riesgos y se requiere desarrollar lo mejor de uno mismo, enfrentándose a las resistencias interiores, a la soledad, al miedo, a una desconocida incertidumbre, a la necesidad de abrirse a multiples conversaciones para crear el consenso de lo posible. En ese espacio fui requerido y trabajé, pasando de consultor a coach.



El segundo es la necesidad de desarrollar jóvenes líderes en las nuevas generaciones que se interesan por el servicio público desde la política. El desarrollo del liderazgo es una puerta para el coaching que permite acompañar posteriormente en el ejercicio como político.

Pero parafraseando a John F. Kennedy cuando dijo “ Así pues, compatriota: no preguntes lo que tu país puede hacer por ti, sino lo que tú puedes hacer por tu país” quisiera terminar diciendo que la preocupación que quisiera enfatizar no es que van a hacer los políticos para abrirse al coaching, sino que van a hacer los coaches para ser una fuente de valor para los políticos.

domingo, junio 05, 2011

A quién le gusta...

En mi primer encuentro con A para definir su programa de coaching, al contarme sobre su necesidad de apoyo se refirió a un hecho acaecido hace un par de años. Uno de sus colaboradores renunció al puesto para irse a otra empresa. En la conversación de despedida le dijo "Eres el mejor creativo que he conocido, la persona más innovadora, pero el peor jefe".

En una de mis primeras conversaciones de coaching  pregunto a los directivos por el estilo de liderazgo que quisieran que les caracterizara, cómo quisieran ser definidos y recordados por sus colaboradores. Nadie me ha dicho, quisiera que me recordaran como el más lejano y oscuro, como el más agresivo y centrado en la tarea. Nadie ma he dicho que quisisera ser recordado como el más cabrón de sus jefes, pero el que conseguía los objetivos.

¿A quién le gusta un jefe hosco, malhumorado o lejano? ¿Qué obtiene de nosotros la distancia, el maltrato, la ironía, la manipulación o el secretismo?

Tal vez estos jefes podrían decir que son los otros quienes provocan su actitud ¿Tanto poder tienen entonces? ¿Tan pocos recursos como líder consideran tener?

Por eso les pregunto después ¿Cómo eres como jefe? Trata de ponerte del otro lado ¿Te sentirías cómodo con un jefe como tú? ¿Qué esperarías de él? y les pido permiso para que el coaching no sea un espacio de búsqueda de técnicas (que también puede serlo) sino de búsqueda del líder que quieren ser cuando dejan a un lado lo que consideran sus obstáculos. Les pido que se entreguen a esa tarea y les ofrezco acompañamiento en el camino en que todos estamos y que está inscrito en el templo de Apolo en Delfos "Conócete a ti mismo"