domingo, diciembre 31, 2006

¿Crear condiciones para un mundo mejor es esto?


No es fácil mantener el avance sin retroceder. Los liderazgos no garantizan un camino recto. Todo eso es cierto, pero no puedo evitar mi decepción cuando se comete la torpeza manifiesta de hacer que los dictadores se conviertan en mártires. ¿Cuántos jóvenes musulmanes pondrán el rostro de un occidental cristiano bajo la capucha cobarde que oculta la cara de los verdugos? ¿Cuántos escucharán sólo el último grito de Saddam con el Corán en sus manos diciendo "No hay mas Dios que Alá y Mahoma es su profeta"?


El vídeo de la muerte serena del principal culpable de los horribles asesinatos de 1982 recorrerá el mundo y habremos perdido una posibilidad de crear las condiciones para un futuro mejor. Un futuro basado en el amor y el perdón.


He discutido esto con "R" ¿Qué papel tendría en tu proyecto tu enemigo? le he preguntado ¿El de cadáver? ¿Esa es la justicia que queremos? ¿No es esta también una estrategia de empate? ¿Quién dice que la razón permite asesinar? ¿Es asesinato sólo cuando se contravienen las reglas que nos hemos puesto la mayoría?

Empezamos hablando de Saddam terminamos hablando de las luchas desatadas en el seno de la Concertación y el colofón de otro error político. No hay ninguna posible semejanza sino el hilo conductor de las decisiones que hacen que nos alejemos de construir el mundo al que todos queramos pertenecer, parafraseando de nuevo a Gilles Pajou, un mundo en el que no se confunda la justicia con la venganza. La ley del Talión pertenece a un pasado al que yo no quiero volver. Al cabo solo puedo entenderlo en la intensidad del dolor humano individual, pero nunca como producto de una respuesta social.


Que el 2007 sea más feliz.

domingo, diciembre 17, 2006

Buscando el temperamento

Hace unas semanas vino a verme un persistente tesista que ha puesto el foco de su tesis en investigar el Coaching en las Organizaciones. No revelaré su nombre, le llamaré el "persistente" porque desde hace meses me consulta, me pide bibliografía y consejo.

A su insistencia se debe la definición de coaching que plantee en el número 39 del Arte de Dirigir. Dice así: "Yo practico un coaching que hoy defino como el proceso de acompañar a otro a potenciar o descubrir sus capacidades y talentos en el ámbito que este otro defina como su espacio de desarrollo. Este acompañamiento supone un viaje en el que la declaración de un puerto no predefine la ruta y al seguir la ruta puede ocurrir que redefinamos el puerto, el proceso se hace cargo de la riqueza y el misterio de las personas dentro de unos valores declarados por ambas partes que regulan la relación".

Parece que no le bastó y en la entrevista personal que tuvo conmigo, si la memoria no me falla me hizo la siguiente pregunta “Si bien usted ya ha definido lo que es el coaching, si repasamos lo que dicen (e hizo un largo recorrido de la lista de definidores del coaching: Echeverría, O'Connor, Olalla, Hashuel, Dilts, otros más) ¿Cuál sería la característica fundamental del coaching que usted practica? ¿Cómo lo resumiría en pocas palabras?

Tuve que pensar para resumirme, lo que no es mi principal habilidad. "Si tuviera que concentrar la intención que hay detrás de mi trabajo, algo así como una frase de calendario diría", le dije, "que es poner en contacto a las personas con la profunda ambición de ser los mejores que puedan ser, de invertir en sí mismos, saliendo de la comodidad de lo que ya son. Que aspiren a su grandeza".

Hoy recuerdo esta pregunta y su respuesta porque vengo leyendo en el avión el libro del argentino Leonardo Wolk “ Coaching El arte de soplar las brasas” y encuentro esta frase “Como proceso, el coaching es una invitación a salir de la zona de confort para cuestionar y cuestionarse el modo de pensar, de comunicarse, de observar, de actuar, para aprender nuevas respuestas ante los viejos y los nuevos desafíos. Es un proceso para diseñar futuro”



Una vez más hablamos muchos de lo mismo. Y coincido en que el coaching tiene que lograr sacar al coachee de su zona de confort, insuflar las ganas y la energía para la larga travesía del cambio personal, para salir de ese punto en que nos adormecemos y empezamos a perder el brillo. El coaching tiene que ver con asumir el poder de la propia vida, del propio fuego interior. Por eso es hermosa la imagen del coach como soplador de brasas.


o0O0o
Después de escribir el borrador de estos pensamientos participé, ya en Santiago, en un taller con Teresina Bueno la actriz y directora mexicana de teatro. En un momento citó a Coco Chanel cuando dijo que no alcazaremos el éxito con nada de lo que tengamos que aprender, para referirse a que el auténtico poder está en el temperamento (¿El núcleo duro del carácter? ¿La primera naturaleza? ¿La estructura de coherencia?).
Sin perjuicio de que la frase merece muchas consideraciones y algunos desacuerdos. Me hizo pensar en el coaching como la conversación que trata de ir levantando las capas de cebolla con las que cubrimos nuestra identidad, como el camino para ponernos en contacto con esa grandeza que traemos, con el recurso natural más precioso y más perdido.





viernes, diciembre 08, 2006

El arte de contar historias

Nos sorprende cuando escuchamos a otros decir lo que nosotros sostenemos habitualmente. Mas aún, cuando lo leemos en sus argumentaciones. Esto es lo que me pasó con Javier Martínez Aldanondo, cuando le escuché hablar sobre el aprendizaje en la presentación que hizo la revista española Capital Humano y después cuando recibí la newsletter que él escribe cada mes desde Catenaria y que en esta aocasión lleva por título: “Cuéntame un cuento”.

Solemos sentir una mezcla de soliaridad y cercanía (uno de los mios) y de invasión (¿Pero esto no lo había pensado yo antes?. Debe estar en nuestro ADN la fantasía de haber visto a la chica primero, claro que con la edad se va haciendo más difícil y buscamos otras formas de ser únicos). En este caso mío, prima la cercania solidaria, ese sentimiento de que cada vez somos más los que pensamos en esto.

Ya no creo que nadie invente desde la nada, construimos sobre el saber que existe, los contextos que existen, las emociones que compartimos. Todo es colectivo y todo es individual.

Me estoy refiriendo, sin decirlo, a la teoría de que aprendemos a través de las historias que nos cuentan y que, por lo tanto, no es a través de los datos y los PowerPoint que dejamos la semilla en los otros, sino a través de las historias que contamos.

Javier (español también, perdón, vasco, uno nunca sabe: pertenecemos al mismo estado pero a distinta nación) lo escribe de esta manera:

“En su libro La Bendita Manía de Contar, García Márquez afirma "estoy convencido de que el mundo se divide entre los que saben contar historias y los que no". El pasado y los hechos más importantes de tu vida los recuerdas como historias y si imaginas tu vida hacia el futuro, también lo haces en formato de historia. A fin de cuentas, las historias son lo que les contamos a los niños cuando quieren dormir. Incluso cuando dormimos, soñamos en forma de historias. Harvard patentó el estudio de caso como su metodología estrella que el resto de las escuelas de negocios adoran y que todos los directivos consideran una eficiente herramienta de aprendizaje.
Entendemos y nos explicamos el mundo a través de historias. Las historias inspiran porque se dirigen a las emociones y no sólo a lo racional y por que te llevan a hacerte preguntas en esta época donde la educación sigue insistiendo en las respuestas y en que aprendamos ingentes cantidades de teorías y conceptos, memoricemos datos y los regurgitemos en absurdos exámenes. Gracias a dios, la práctica va por delante de la teoría y los problemas no se pueden comprender intelectualmente, hay que vivirlos”

Creo que uno de los momentos mas interesantes de mi trabajo de coaching con “G” fue cuando le dije que el Plan de la empresa lo tenía que contar como una historia, un relato que entendiera un niño de siete años, que llamara al esfuerzo y al corazón, una historia donde él estuviera implicado, ante la que él mismo no pudiera ser un locutor aséptico.

- ¿En qué se parece ese plan a los momentos estelares de tu vida? -le pregunté- ¿Cuál fue ese momento estelar?- Y él se quedó pensando.

- Ahora piensa lo que quieres lograr, visualízalo ¿Cómo pueden sentir ellos lo que tu sentiste? ¿Cómo se lo tienes que contar?

Y “G” llegó a aquel taller y contó su primera maratón de Nueva York. Llevó el vídeo de su llegada. Todo su equipo vivió la historia, lo vió. La metáfora estaba construida. Algo se creo en aquel grupo que pasados los años sigue aún presente.



Por eso al escuchar y leer a Javier sentí que hablamos de lo mismo, que a lo mejor ambos somos españoles y vascos y por eso mi hija se llama Arancha y por eso él cita a García Márquez, uno de los emblemas de la lengua española, porque creemos que somos contadores de historias, que nuestra materia es la materia de los sueños, la que usó "G" en aquél Taller hace unos años.

jueves, noviembre 23, 2006

Desafiando las fronteras del Coaching - ICF

Este ha sido el título del Primer Encuentro de Coaches ICF-Chile. Desafiando las fronteras del coaching. El propósito era distinguir enfoques y disciplinas, buscar sus encuentros y sus distancias, conocernos quienes practicamos la disciplina desde aproximaciones diferentes. El programa ha reunido 6 miradas:



  • La mirada desde la Ontología del Lenguaje - Aldo Calcagni

  • La mirada desde la Biología - Carmen Cordero

  • La mirada desde la PNL - Paul Anwandter

  • La mirada desde la Psicoterapia - Paula Figari

  • La Mirada desde lo Psicología Transpersonal - Verónica Lavados

  • La mirada desde lo Integral - Jacqueline Valenzuela

En la tarde trabajamos en Comisiones, se organizaron tres:

  • Coaching y Personas coordinada por Francoise Le Calvez

  • Coaching y Sociedad coordinada por Claudia Raffo

  • Coaching y Organizaciones coordinada por mi, Juan Vera

Al entrar podíamos tomar un triángulo de cartulina satinada con una pregunta de un hermoso juego que se podía comprar (y que compré) con las preguntas de Neruda ¿Por qué tomé la que decía Cuál es el pájaro amarillo que llena el nido de limones? ¿Por qué el amarillo, mi color? ¿Por qué los limones, uno de mis símbolos? Desde ese momento empecé a sospechar. No sé el qué, pero empecé a sospechar.

Entré en la sala, ya empezado el encuentro, mientras el estimado filósofo Calcagni empezaba a hablar del alma. ¿En qué espacio reside el coaching? y respondía preguntándose ¿En el centro? ¿En el silencio? ¿En la paz? ¿En el observador? y citaba a Miguel Hernández ¿En tu vientre? ¿Es eso lo que quiso decir Miguel Hernández? Menos tu vientre todo es confuso. ¿Es ese el espacio, el que no asegura certezas, pero aleja de la confusión? Menos tu vientre /todo es futuro/ fugaz, pasado,/baldio, turbio./ Menos tu vientre/ todo es oculto/ menos tu vientre/ todo inseguro,/ todo postrero,/ polvo sin mundo./ Menos tu vientre/ todo es oscuro,/ menos tu vientre/claro y profundo. ¿De ese "claro" habla la filosofía, ese lugar donde estamos en el equilibrio del ser?

Anoto con dificultad en mi palm ¿Es el espacio del coaching el de la comprensión que no requiere adhesiones? ¿Es el espacio del servicio para que el otro se acepte? ¿El espacio sin juicios para que surjan todas las voces, todos los personajes, todas las máscaras?

Carmen Cordero habla de "aparecer para uno mismo" y yo pienso en los cuerpos de mis coachees, en aquellos que son visibles y los que desaparecen detrás de las explicaciones y las palabras que, a su vez, se refieren a palabras. Somos cuerpo, anoto, nuestro sistema nervioso no distingue ilusión de percepción. ¿cómo hacer que los cuerpos aparezcan y tomen su lugar?

Carmen habla del sentido sentido y yo lo anoto. Y transcurre la mañana con nuevas visiones, mientras yo he sacado el computador y sigo anotando las cosas que me sugieren las palabras que escucho.

Comienza Verónica Lavados y saluda con un Namaste. El origen del sufrimiento humano reside en nuestra ilusión de estar separados, de ser fragmentos distintos. En algún momento me pongo a escribir un poema. ¿Era esa la sospecha del amarillo y los limones?

Lo nombro para presentirlo, para que algo de su presencia esté. Se que no puedo asirlo.
Lo nombro para que algo de ello esté, aunque no sea en mí.
Lo nombro para intuir que su presencia me hace ser de alguna forma que quise, quiero, querré ser.
Y para nombrarla guardo este SILENCIO.

La tarde llega mas concreta. Dentro de mi comisión trabajo con el grupo que se plantea la inquietud del Rol del consultor-coach y sus competencias. Determinamos varias cosas:

  • El consultor experto vende sus soluciones. El consultor coach genera y conduce procesos para que la organización encuentre respuestas sostenibles en el tiempo.

  • Para ello el consultor coach requiere no solo conocer la metodología de intervención del coaching y tener las competecnias del coach, sino tener un mapa de distinciones del funcionamiento sistémico de las organizaciones y sus categorias de gestión.

  • Los dominios de intervención del coach en la organización responden a los ámbitos de la estrategia, la estructura, los procesos, la implementación y la cultura. Su cometido como en el coaching personal es preguntarse por su coherencia, expandir sus posibilidades, reinterpretar sus quiebres. la organización puede ser observada como un ser.

  • Consideramos que para ello la mejor forma de intervenir es aquella en la que se crean equipos mixtos de personas internas y consultores externos, de forma que los primeros aporten códigos de la cultura y aspectos técnicos del negocio y los segundos desarrollen capacidades que queden instaladas en nuevos agentes de cambio.

Transcurre el día, las conversaciones apenas han comenzado, yo siento que siento. Recuerdo las palabras de Jacqueline Valenzuela: "La práctica de vida integral es para recordar cada día quien eres".

Quizás esta sensación tiene que ver con que se cumplen 12 años hoy que llegué a Chile para quedarme, que llegué con mis maletas, que llegué completo y sin miedo, como cuando llegamos a los sitios y a las personas de los que vamos a ser, aquellas que llenarán los nidos de limones.





viernes, noviembre 17, 2006

Cortázar a favor de la fragilidad

Los temas nunca se marchan del todo, regresan como los sentimientos. Después que mi colega Krynski me enviara un mail manifestándose conforme con los argumentos del post en que le respondía, encontré un gran refuerzo en las palabras de un compatriota suyo: Julio Cortázar.

Estaba leyendo la entrevista que Milagros Pérez Oliva hace al escritor gallego Manuel Rivas el autor de "La lengua de las mariposas" y cuando la periodista le pregunta si le ha costado terminar su última y voluminosa novela, responde:

"No me ha costado terminarlo, pero sí que he de confesar que hubo un momento en que pensé que no salía. Eso tiene que ver con aquello que dijo Cortázar de que había sacado la energía de escribir de una infinita fragilidad. El momento critico no fue a la hora de terminarlo, porque también en mi caso, había sacado una enorme energía y el libro se escribía sólo".

Los cito porque presiento que sus consideraciones parten del mismo lugar que las mías cuando argumento que dirigir parte de un reconocimiento de esa fragilidad humana que no pude ser una traba, una rémora, una desventaja, sino el contrapeso para la grandeza.

domingo, noviembre 12, 2006

LA MAGIA DEL JUEGO EN EQUIPO



Magnífica foto encontrada en Flickr cuyo autor es Ahmed Zhaid

El secreto del alto desempeño: andante espressivo

Con algo de retraso quiero comentar la presentación que hizo Marcial Losada en el Taller organizado por la Universidad Adolfo Ibáñez con el título general de "Cómo llevar a su equipo al alto desempeño". Por suerte asistentes más aplicados, como mi amigo Raúl Herera, dejaron rastro cercano de ese encuentro en un magnífico post que recomiendo lean, además incluye un comentario que el propio Marcial Losada ha puesto en el post de Raúl (un lujo).

En mis talleres sobre construcción de equipos sostengo que la principal diferencia entre un equipo, donde damos por supuesto, que existe un propósito común, compromiso con el logro, competencias, relaciones de confianza, colaboración, reglas y roles, la diferencia, digo, está en el estado de ánimo, que genera una sensación interna de primavera (supongo que así lo diría mi casi homónimo Iván Vera).

Sobre esta misma idea ya escribieron Jean Lipman-Blumen y Harold J. Leavitt (2000) planteando que el término “equipos de alto desempeño” no es la denominación de un tipo de equipo de distinta naturaleza, cualquier equipo puede serlo cuando alcanzan ese estado de ánimo de compromiso y conexión superior.

Estas ideas quedan recogidas en el material que Ignacio Fernández ha recopilado y que fue entregado en la conferencia. Él habla del E3 Espacio Emocional Efectivo. La pregunta es cómo construirlo y la respuesta que plantea Marcial Losada se refiere al impacto del refuerzo positivo. No queda ahí, llega a darnos un número, una razón que, haciendo una concesión a su ego, llama la "Losada Line", y que define como la Tasa de interacciones de refuerzo positivo sobre las interacciones de contenido negativo. Los equipos empiezan a encontrar ese espacio de conexión superior cuando la tasa es de 2,9 interacciones positivas sobre 1 negativa. Por encima de esa tasa y hasta un ratio aproximadamente de 11, está el espacio de los equipos que florecen,

A resultados similares llegó el psicólogo y matemático de la Universidad de Washington John Gottman en 1994 en su libro Whats predicts divorce, refiriendose a la estabilidad matrimonial. Su conclusión era que puede predecirse el divorcio de una pareja cuando la tasa de positividad/negatividad de sus interacciones era menor que 1.

Ambas experiencias nos llevan a concluir que el cómo afecta definitivamente en el qué. En este sentido podemos considerar como valiosa la máxima jesuita: "firme en el fondo, suave en las formas".

El gran valor del aporte de Marcial Losada es que a esta interpretación le pone rigor científico, la observación metodológica de miles de conversaciones de equipos, decodificadas persiguiendo patrones de interacción siguiendo variables como los pares:

  • Inquiry -Advocacy (indagar o convencer)
  • Other -Self (orientación externa o interna)
  • Positivity - Negativity (feedback positivo o negativo)

Pone detrás de nuestros supuestos el resultado de empresas notables que en nada se parecen a una pandilla de iluminados, empresas que arrojan resultados medibles en todas los aspectos que hoy valora el management y con suculentos botton lines. Marcial Losada, desde el que ya me declaro admirador, pone al servicio de estas ideas las curvas de Fourier, las ecuaciones de Lorenz, la gráfica de las dinamicas de los atractores caóticos a los que con buen criterio llama dinámicas de ciclo complexor, para evitar los aspectos peyorativos del lenguaje coloquial.

Y llega a caracterizar que el gráfico del alto desempeño implica:

  • Muchas relaciones
  • Poca autocorrelación (entendida como la medida en que yo sigo mis conductas anteriores)
  • Mucho uso de lo emocional
  • Gran repertorio conductual
  • Poca negatividad
  • Expresiones no verbales abundantes

Todo ello está presente en la conectividad y esto avala la idea que aparece en muchos de los párrafos de mis columnas sobre el arte de dirigir, la gran tarea de los líderes es asegurar el espacio emocional en que la orientación al éxito es posible, cuando las personas construyen sobre las ideas de los otros, bajan sus conductas defensivas, afloran las virtudes humanas, se produce la sinergia y la creatividad. Marcial Losada lo dijo de esta forma: "cuando no estoy conectado me lleno de mi mismo y el "si mismo" me cierra a otras posibilidades".

Algo que me ha parecido notable en mi trabajo en el coaching directivo es el sufrimiento de las personas por sus jefes castigadores, por la falta de reconocimiento, por la incapacidad de construir desde las fortalezas del otro.

Tal vez lo único que me dejó intranquilo en el Seminario del profesor Losada, fue cuando explicando la impotancia de las interacciones con dinámicas complexor las comparó con las relaciones humanas en el amor. Pensé que es verdad, que en los momentos de enamoramiento cada instante es diferente. Vivimos en el descubrimiento, visitando lugares interiores permanentemente distintos. Con el tiempo llegamos a las dinámicas de ciclo límite, aquellas en las que ya nos movemos en un repertorio mas limitado de conductas, creamos nuestras costumbres. Con el desamor entramos en las dinámicas de punto fijo donde siempre acabamos en lo mismo.

Y siguió diciendo: "La traza del pulso nos define, cuando alcanzamos el orden perfecto de la linealidad morimos. El orden mata, es señal de patología. La vida necesita de un orden complejo". Recordé, de pronto, mi biblioteca clasificada por orden alfabético de autores, los muebles con CD's y DVD's clasificados por géneros y dentro de cada género por autores y empecé a sentir frio en la espalda. Por suerte al inicio de su intervención Marcial Losada puso un pentagrama, se escuchó la música de Bach y reflexionamos que un análisis basado en el número de notas do que aparezcan versus las notas sol era inconducente para interpretar la belleza. El orden en que aparecen esas notas, los niveles de expresión, el tempo, si nos ayudan a explicarla.

Respiré mas tranquilo y me quedé con la idea que el tempo de los equipos de alto desempeño es "andante espressivo". Salí del encuentro molto vivace, allegro molto y agradecido.

domingo, noviembre 05, 2006

¿Creamos para pensar o pensamos para crear?


Empezamos a pensar en algo y la mente nos enreda en ese pensamiento. Es el quinto principio rector del cerebro que Tony Buzan frasea como: El cerebro busca la verdad. Es una idea desarrollada mas ampliamente en su libro: Esquemas mentales para vender mejor.

Digo esto porque he seguido pensando en la creatividad y en cómo quienes dirigen pueden estimularla. En un alto porcentaje de mis conversaciones de coaching está explícita la preocupación de cómo lograr dar el salto, salir de nuestros comportamientos tradicionales, diseñar nuevas oportunidades, innovar, ser creativos y no reactivos.

Es por eso que se ha parado ante mis ojos el artículo de Fernando Trías de Bes (Profesor de la Escuela de Negocios ESADE y autor del Libro La Buena suerte) titulado "La creatividad como forma de vida" Para los lectores ávidos, aquí dejo el vinculo (de paso le doy las gracias a Raul Herrera por su desinteresada clase sobre usos eficientes del blog). Para los lectores con menos tiempo copio a continuación los párrafos que me tienen pensando.

"Imaginemos el primer acto creativo de la historia de la humanidad (si es que tiene sentido imaginar que hubo un primer acto creativo). Un mono siente un deseo de crear. Supongamos que toma una piedra y la pone sobre otra sin más objeto que transformar su realidad, no para atraer a una presa. Lo ha hecho con el único objeto de dar salida a una necesidad interior que pide fluir hacia fuera, para reconocerse en su entorno y dejar su huella en el mundo.

Cuando ya ha puesto una piedra sobre otra, el mono se interroga a sí mismo. Se ve obligado a formularse una pregunta que surge a consecuencia de su propia acción creadora: ¿qué es esto? Entonces, sólo entonces, piensa. Su acto creativo provoca una incógnita. Y las incógnitas, como bien se sabe, son el primer paso de una conexión. Esto es, de completar un proceso mental. Ese proceso mental, finalizado con éxito, es la lógica que hoy nos gobierna.

¿Por qué explico todo esto? Porque hay una tendencia generalizada en la población a pensar que uno mismo no es creativo, que la creatividad es una facultad reservada para unos pocos genios. El resto, los comunes mortales, hemos de limitarnos a admirar sus obras artísticas o sus descubrimientos.

Nada más lejos de la verdad. La creatividad es un rasgo inherente a la condición humana. No es que podamos ser creativos, es que somos creativos porque somos seres humanos. La necesidad de conectar con el exterior, de dejar la huella en el mundo fue, sin duda alguna, el detonante de la razón. Fuimos creativos antes que racionales. Nuestro sistema cerebral es creativo de nacimiento; la lógica la aprendemos mediante la enseñanza. El problema es que la vida en sociedad precisa de rutinas para garantizar su eficiencia. Si todos cruzásemos la calle de modo creativo, la seguridad vial sería un caos. En las empresas y en las profesiones sucede algo parecido: es preferible aplicar protolocos conocidos que dejar al individuo un campo libre de actuación que provoque errores o pérdidas. Se permite aplicar la creatividad sólo en campos y tareas donde la sociedad o la empresa no se vean perjudicadas. El problema, entre otros, es que cada vez hay menos campos donde nuestro modo de actuación no deba ser automatizado.

Nacemos creativos, y vamos, mediante el aprendizaje progresivo de la lógica y el desarrollo de la eficiencia como especie, olvidando que lo somos y perdiendo las habilidades creativas
."

Si queremos empresas creativas tenemos que permitir que las personas se salgan de las rutinas, debemos generar informalidad, capacidad de romper reglas. ¿Estás dispuesto a que tue empleados se salgan de la raya? Le dije a "G". ¿Te vas a atrever a que desafíen el orden y sus procedimientos? ¿Estás dispuesto a crear nueva estabilidad sobre las figuras que ellos te muestren? Promover la participación produce creatividad, pero también desorden. El gestor creativo debe estar dispuesto a arreglar la habitación desordenada incorporando los nuevos elementos que han aparecido. En ese sentido debiera ser mas maternal que paternal.

¿Podría ser esta una formulación?



jueves, noviembre 02, 2006

Crear o Caer


Marco Antonio de la Parra me pide que presente el libro que acaba de publicar Crear o Caer. Cuando llega a mis manos aún está caliente, temo que la tinta se corra, porque como no podía ser de otra forma le digo que SI.


Lo leo deprisa, en diagonal, 163 páginas ordenadas (?) en 56 apartados. Habla de la creatividad, del cambio, del tiempo que frenéticamente nos adelanta, nos incita, nos provoca, nos deja obsoletos. Poco a poco veo los temas que, con otro ritmo, sin su frenesí que provoca arritmia, yo expongo en mis clases de Gestión del Cambio.


Cuando nos sentamos en la testera de la sala Camilo Mori en la estación Mapocho, gasto algunas bromas, trato de que mi presentación sea literaria, psiquiátrica, dramatúrgica, que se pareza a él, porque en su libro no hay teorias sobre la creatividad, quien está es él, produciendo en el lector la urgencia de escuchar el contexto que nos rodea, de estar atento a no quedar fuera del mundo, a seguir el ritmo vertiginoso de la luz.


Podemos hacer coaching desde sus palabras. Dice "Si eres líder en tu rubro, estás en un gran peligro. Te has consolidado. Estás en la condición menos adecuada para generar energía" Algo más adelante dice "Ya te lo advertí: no te consolides. Recuerda siempre que hay alguien que hace mejor las cosas que tú. Y no es que las haga mejor, las hace de otra manera, de una manera que no se te ha ocurrido"


Algo así le dije esta semana a CX (llamémoslo así) ¿En qué crees que ya tienes la estabilidad? ¿En qué te sientes confortable? Piensa por un momento que lo perdieras ¿Estás preparado para soportarlo? ¿Hasta qué punto dependes de ello? ¿Qué harías si no lo tuvieras? ¿A qué temes? Te lo pregunto porque si lo temes es porque posees información que no has decodificado aún con la razón, pero es igualmente valiosa. Es indiferente que a tu alrededor te digan que no hay peligro. Ellos te expresan la tranquilidad que ven en tí, pero hasta qué punto tienes los ojos abiertos, las orejas limpias de esa cera que la comodidad va poniendo en nuestros tímpanos.


No es una invitación al desasosiego, es una invitación a no autoengañarse, queremos la permanencia, pero el cambio es la variable de ajuste de la permanencia. Parménides hablaba del deber ser, o mejor dicho de lo que él quería que fuera. Heráclito veía lo que estaba pasando.


Ya al final de la presentación me pregunto ¿Por qué me ha pedido a mi que ocupe este rol de presentador de su obra? Sus líneas de la página 160 me permiten terminar entre risas. Dice: "Y aquí estamos como estamos porque una reina rompió la alianza de las Tres Culturas en Granada y expulsó a los moros y a los judios, y no sabemos cómo habría sido el Nuevo Mundo en una tolerancia cultural absoluta"


Debí haberlo supuesto era la culpa el motor de esta invitación. Le digo al público. Los culpógenos nos reconocemos por el olor, tal vez por una forma de mirar en la que decimos que estamos bien, que no ha pasado nada, sin que nadie nos pregunte y "excusatio non petita...". Ha sido la culpa por el ataque a mi reina Isabel, la Católica, no la que cantaba rancheras de amor, la que ha terminado invitándome. Démosle a otro español la oportunidad de vengarse, habrá pensado. No tiene sentido, de la reina Isabel sólo me interesa la posibilidad que tuviera un affaire con Colón durante el asedio a Granada y lamento que no favoreciera que trabajásemos en equipo con árabes y judios. Creyó que tenía el poder y el poder nunca sabemos quien termina teniéndolo.


Necesitamos riesgo, incertidumbre, tensión, para crear. Dirigir con amor pero dirigir con tensión, con el inconformismo de seguir creando.

domingo, octubre 29, 2006

Querido Marcelo: ¿Son frágiles los niños?


Cuando se caen se rompen menos que nosotros, sus huesos parecen de goma, sus humores parecen juncos. Tal vez nuestro desacuerdo esté en las palabras y sus sonidos en nosotros, quiero decir en el sentido que les hemos ido asignando durante nuestra experiencia del vivir.

Cuando yo voy al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, no me quedo con las acepciones que tu citas sino con la de "Inestabilidad"

Lo que trato de decir es que el ser humano es inestable, que esa inestabilidad está en su esencia y dicho eso debería volver a alguno de los argumentos que ya diera en el post de fecha 16/09 en el que daba entrada a tu mail de reacción a mi primera reflexión sobre la fragilidad. Sería una lata hacerlo, pero lo central es que no propugno que nos vayamos a la fragilidad para liderar, sino que el hecho de sabernos inestables no frene nuestra capacidad de sentirnos dignos, legítimos, magníficos para llevar adelante nuestro plan en el mundo.

Frágil y Vulnerable, por cierto son categorias distintas. Somos vulnerables porque podemos ser heridos. La fragilidad puede hacernos vulnerables. Yo precisamente lo que quiero decir es que aceptemos la fragilidad para no ser vulnerables. Por ser vulnerables no siempre somos frágiles, a veces la vulnerabilidad está relacionada con nuestro mejor ser, aquel abierto, sincero, honesto, transparente, que por serlo deja espacio en su pecho para que entre una daga, pero al cabo seguiré citando a Antonio Gala y su bella frase que pone en boca de Abderramán: Nos hacemos mas daño con los escudos que con las espadas. Terminamos siendo vulnerables a nosotros mismos cuando nos guardamos dentro de armaduras que nos alejan de la vida.

El sabado de la semana pasada estuve con otros colegas en un encuentro con nuestro común amigo Eduardo Yentzen hablando sobre los personajes interiores. Todos somos varios (yo me encontré cinco personajes interiores y no quiero seguir buscando) y cuando hablamos lo hacemos desde alguno de ellos. Quisiéramos ser uno, ser sólidos, ser coherentes hasta la esencia misma de nuestro ser y sin embargo transitamos de un personaje a otro ¿Cuál habla ahora? ¿Podrá el siguiente mantener toda la coherencia del anterior? ¿Y si no la mantiene me inhibo, me deslegitimo, me considero incapacitado para hablarle al mundo desde una posición de liderazgo? ¿Existen esas mujeres y hombres que pueden tirar la primera piedra?.

La madurez, a mi juicio, tiene que ver con la aceptación de nosotros mismos como seres inestables que no se han rendido y buscan ser mejores. Creo que en eso coincidimos. La madurez no es sinónimo de perfección, sino la capacidad de sobreponernos a saberse imperfectos, en tránsito, contradictorios y aún así mantener incólume la esperanza que somos una contribución para el mundo y que creyéndolo nos constituimos mejores.

Opino como tu sobre la vejez. La vejez es un estado del alma. Philip Roth dice "la vejez no es una batalla, sino una masacre". Quiero decir que la vejez no es durante mucho tiempo una cuestión de edad. Miro mi propia vida y yo fui un viejo prematuro y después un joven tardío. Tengo la expectativa que serenamente me llegue por fin la madurez. Y la concibo como te he dicho y tal vez lo que haga al escribir sobre la fragilidad sea decirme, que las decepciones sobre mi mismo no me resten el impulso de querer ser influyente en las cosas en las que creo, aunque no sea desde un personaje que constantemente vive en su centro, aunque sea desde éste que me desconcierta en sus idas y venidas. En este frágil que sin embargo no se rompe.

Puede que esta sea toda la diferencia: que nos quedamos con acepciones distintas del diccionario y como tantas veces la culpa o la magia la tenga el lenguaje. No me acepto roto, sin posibilidades, me acepto gaseoso, empezando a ser líquido con el sueño de la solidez que me llevará de nuevo a ser una partícula de gas en algún universo que aún está por conocer.

Me dijiste que este fin de semana estarías en Santiago. Tal vez me llames y aprovechemos para no hablar de esto.

Con el afecto de siempre.

Juan



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El angel que voló del blog para sentarse en un sofá

martes, octubre 17, 2006



Leocarpus fragilis

Finalmente Marcelo Krynski me ha enviado un mail con sus consideraciones a mi post de fecha 16/09. Esto es lo que dice:

Querido Juan,

Asumiendo mi total ignorancia respecto de cómo escribir en un blog, te hago llegar por este medio “mi movida reflexiva” acerca de la fragilidad. Tu dirás si es pertinente para la reflexión más abierta que propones. Voy entonces…

Fíjate que la inquietud respecto de la fragilidad la tengo también en el sentido que distingo en Ver para Crear “caja frágil” como aquel estado, a partir de un evento gatillador, en que nos encontramos sin disposición del 100% de nuestros recursos. Y en todo caso la distingo del centrado.

Tal vez de este modo pude sortear “la fragilidad” como caracterización.

Tal vez no era tu inquietud (¿o si?) el plantear la fragilidad como una caracterización y contraponerla a la fortaleza. A mi me parece delicado este punto no ya por como lo decimos sino por como es escuchado en el sentido común vigente.

Me gusta más plantear que nos vamos constituyendo con mayor o menor plasticidad en el devenir.
Francamente, el modo en que tu traes la distinción fragilidad, me deja sin esta capacidad maravillosa de ir transformandonos en el hacer cotidiano.

Permitime compartirte la etimología de la palabra “fragilidad” que encontré en distintos diccionarios:

La etimología de la palabra fragilidad evoca algo roto, quebradizo. Tiene la raíz griega “frag” que significa “quebrar”, “romper en pedazos”, “estallar en pedazos”, “moler”, “acortar”, “domar”, “descorazonar”, “humillar”, “doblar”, “violar”. (Cassel´s Latin Dictionary 1887-1941)

Desde lo anglosajón, es algo “debil, fácilmente roto en lo relacionado a la salud”. (The New Lexicon Webster´s Encyclopedic Dictionary of de English Language – Deluxe Edition – 1990)

Y por ultimo me fui al diccionario de la Real Academia Española que dice
“Del latín Fragilis, (adjetivo) quebradizo y que con facilidad se hace pedazos como el vidrio o la loza”
Fig II “Dicese de la persona que cae fácilmente en el pecado especialmente castidad”
Fig III “Caduco y perecedero”

Y aquí agrego que las últimas investigaciones en gerontología definen “envejecimiento como el proceso que transforma adultos sanos en adultos frágiles… que tienen una disminución de la reserva en los sistemas fisiológicos y una vulnerabilidad exponencial a las enfermedades y a la muerte”

Considero que liderar implica movernos en la incertidumbre, orientarnos al futuro y con ello orientar a los que vienen con nosotros.
Liderar significa mantener jóvenes los sueños y los proyectos.
Liderar y envejecer no van de la mano a mi juicio.

Prefiero hablar de la maduración.
Madurar es distinto a envejecer y en este sentido lo que he visto de común en los grandes procesos de liderazgo es una progresiva madurez de todas las personas y los proyectos.

Plantee este contexto para mostrar que encuentro una rigidez en la fragilidad que no me parece feliz para nombrar esas sensaciones de desconcierto que muchas veces vivimos al liderar en la complejidad emergente que vivimos. Esto no significa desconocer algunas fragilidades puntuales que un proceso de coaching “humecta” y nutre.

Creo que muchos de nuestros proyectos y vidas se van secando por falta de nutrición, de un proyecto del cual enamorarnos para estar dispuestos a ir más allá, de doblarnos sin rompernos…

Soy partidario del “encontrarnos vulnerables” y no “encontrarnos frágiles” pues nos permite mirar desde un lugar donde la flexibilidad aprendida o por aprender tiene lugar y el compartir estos momentos con otros también.

En la “fragilidad” nos observo separados y cada vez más me parece una ilusión a desarticular desde los modos particulares de plantear estas reflexiones también.

Espero que estas reflexión te resulte nutritiva. Tu dispones si la subes o si la seguimos en forma privada o si requieres alguna nueva aclaración o comentario.

Un fuerte abrazo con el cariño de siempre

Marcelo


Querido Marcelo te respondo en estos días, tengo sobre mi mesa el Larousse, entre mis favoritos de internet el diccionario de la Real Academia de la Lengua española, pero no encuentro el de sinónimos, debe estar en alguna caja perdida en mis naufragios. Eso tiene que ver con mi fragilidad, con la que he aprendido a no sentirme vulnerable, aunque a veces, ambas cosas se juntan.

martes, octubre 10, 2006



Entregar el Testigo

Algo que siempre me ha asombrado en mi trabajo en el mundo público chileno es como llega un nuevo director, un nuevo ministro, un subsecretario y no hay tiempo de compartir con el anterior, de decirse las cosas que debe tener en cuenta, de comentar la línea que debe seguir, de hablar de las lecciones aprendidas. Llegan del mismo partido, de la misma coalición y el "testigo" se entrega en una reunión protocolar donde se apilan unas carpetas en las que están los informes de gestión.

Debo decir que ha sido en el cambio de equipo de gobierno de este año donde he vivido una experiencia diferente en la sustitución del Fiscal del BancoEstado. La excepción confirma la regla.

Por eso en el taller de la Gerencia Media de CADAFE al que me he referido en mi post anterior, cuando todo el Comité Ejecutivo fue a inaugurar el Taller y esta foto no sólo fue una instántanea para la prensa, sino un momento lleno de contenido, de emoción afectuosa y declaraciones de equipo, no pude por menos que dirigirme a la sala para decirles: "Muchos de ustedes creen que una vez más la nueva administración vendrá con sus planes y el proyecto en el que estamos quedará abortado, pueden pensarlo, la experiencia les avala, pero ¿Alguna vez vieron una imagen como está?" Un "No" rotundo respondió "Entonces pueden dejar un espacio para confiar, porque esta es una imagen inédita en CADAFE, y cuando visitamos lo inédito, todo es posible, incluso lo anhelado, lo que quienes estamos aquí queremos que suceda".

Es absurdo creer que repitiendo las mismas acciones vamos a lograr un resultado distinto. Hemos oído esto muchas veces. ¿No es legítimo, entonces, que cuando hacemos cosas nuevas podamos vivir nuevas realidades?

Surgen preguntas para el coaching ¿Qué decisión nueva vas a tomar? ¿Qué acción emprenderás que hasta ahora no hayas puesto en marcha? ¿Qué actitud diferente vas a tener ante la situación que vienes arrastrando?

Formulo las preguntas y tengo la tentación de contestarme, siempre la propia vida se enreda con lo que la vista percibe fuera, pero no me desviaré, lo que he querido resaltar es esta experiencia en la que se entregaron el "testigo del poder", pero quedaron enlazados los dedos compañeros en un apretón de manos, para seguir trabajando juntos por la misma causa.

Y esta fue una fotografía que los empleados de la empresa pública venezolana nunca habían visto antes. Merece la pena subirla a mi blog.

domingo, octubre 08, 2006



La atracción de Venezuela

He estado trabajando con la Gerencia Media de CADAFE, con cerca de 40 personas con la pasión por cambiar una empresa que se muere de burocracia, de corrupción, de desidia. Pongo también mi pasión en mostrarles otro camino y el poder que cada uno de ellos tiene y al final terminamos emocionados de ese intercambio de anhelos.

Ellos podrán lograrlo, a la visión de Nervis Villalobos, el Viceministro de Energía, seguirá esa fuerza de María Gabriela González Urbaneja, la nueva Presidenta de la empresa, hija de la recién nombrada embajadora de Venezuela en Chile.

- ¿Cómo conectar a quienes están en el proyecto de cambio con los miles que deben mantener la cotidianeidad? ¿Cómo producir el contagio? -me preguntan.
- En una operación a corazón abierto donde es necesario que mientras los médicos reparan el corazón maltrecho, otros mantengan las constantes vitales del paciente ¿Quienes participan en la operación? -les pregunto yo.
-Todos -me contestan.

Trabajemos entonces con esta metáfora. Todos deben saber que forman parte del proyecto de cambio. Estamos operando a CADAFE a corazón abierto, como ha sido también este Taller, aquí sobre Caracas, en el Centro IDEA de la Universidad Simón Bolivar, un encuentro de corazón.

miércoles, octubre 04, 2006

ICF Chile


Ya no es una noticia de actualidad pero igual quiero dejar constancia que se realizó la primera Asamblea del Capítulo chileno de la International Coaching Federation. De su contenido encontrarán excelente detalle si entran en el blog de Raúl Herrera. La foto muestra que lo pasamos bien, por cierto era yo el que les hacía reir.

Semanas antes se había obtenido la acreditación por parte de ICF internacional y se había constituido su directorio del que formamos parte 12 directores presididos por Raúl Pacheco (los otros once somos: Jacqueline Valenzuela, Francoise Le Calvez, Luz Eugenia Mundaca, Eduardo Olguín, Carlos Sandoval, Claudia Raffo, Adolfo Valderrama, Rodrigo Pacheco, Lorenzo Alvarez, Minerva Gebran y yo mismo).

Creo que será una experiencia interesante para mejorar la transparencia de la oferta de nuestra profesión, para tener un espacio de debate de ideas sobre la práctica del coaching, para intercambiar experiencias. Al menos ese es el interés que a mí me anima.

Lo más interesante del evento, lo que quiero resaltar es el encuentro con amigos que en otros tiempos estuvimos en proyectos en los que la pasión por el cambio y el entusiasmo por aprender estuvieron presentes. Me emocionó escuchar a este Aldo Calcagni más sereno y sabio, a Carlos Sandoval como si no hubiese pasado el tiempo, a Ana María Torres con quien hice uno de mis primeros trabajos al llegar a Chile, entonces cuando éramos felices, jóvenes e indocumentados ¿Quién decía esto?

Y mientras que espero que Marcelo Krynski recoja el guante que le arrojé en el post anterior he escrito una nueva reflexión del Arte de Dirigir que ya está disponible.

¿A qué recuerdo me aferraré cuando vea la muerte llegar? ¿Qué imagen será la que resuma el centro de mi pasión? Lo voy pensando ahora mientras el avión vuela entre Caracas y Lima por encima de la selva amazónica, por encima de Iquitos.

Si lo supiera podría entenderme más o por el contrario me entendería mucho menos.

sábado, septiembre 16, 2006

La fragilidad


Se que me he vuelto a demorar en la escritura de ese blog que, sin embargo, me importa mucho. Eso me pasa, que a veces postergo las cosas que me importan, por eso una pregunta en los coaching que hago es la de ¿Qué estás postergando? ¿Qué cosas realmente importantes para tí están siendo postergadas en tu vida? ¿Qué dice eso de ti? ¿Qué puede interpretarse? Lo pregunto desde mi propia experiencia.

Pero lo que quiero traer hoy al blog no es esto, sino la conversación surgida a partir del envío de mi última newsletter de "El arte de dirigir" a la que pueden acceder desde el enlace de esta página. En ella trato de plantear que la fragilidad está en nuestra esencia y, por lo tanto, no parece que debamos suspender nuestra decisión de liderar aquello en lo que creemos porque nos sintamos vulnerables por esa fragilidad. El reconocimiento de mis límites y mis contradicciones no debería suspender mi intención, porque ésta parte de aquellos, no es una materia diferente. Si es razonable, que al darme cuenta,surja en mi la intención de superarlos: límites y contradicciones.

Recibí muchos mail de amigos que se sentían interpretados, en otros se abría la controversia, por ejemplo Marcelo Krynski, que me dice: Me importa profundizar y darle vueltas a esto de la vulnerabilidad y la fragilidad al liderar.

Adhiero y tengo aportes para realizar en la importancia del desarrollo de la vulnerabilidad que nos ubica en la simetría humana, nos acerca en el calor de la convivencia y nos posibilita co-crear.

No me ocurre lo mismo con la fragilidad que asocio con romperse. Prefiero definitivamente abrigar los dolores y desgarros desde una distinción que nos posibilite mirar desde una inteligencia comprendida como flexibilidad tal como lo trae Capra.

Puedo comprender la vivencia de fragilidad que podemos sentir como una consecuencia posible de un modo particular de operar pero no lo pondría en la linea de “liderar desde allí”.
¿Qué dices?


Digo que liderar significa en si mismo un decisión, la toma de una postura que impica querer cambiar lo que nos parece imperfecto o lo mejorable y desde esa perspectiva, ya implica un deseo de sobreponerse a la fragilidad. Por eso es válido el enfoque del liderazgo que pone sus bases en la fortaleza y el poder que los líderes se permiten a si mismos, siendo también en esto un ejemplo conductual.

Yo no lo niego, lo que digo es que al poco podemos sorprendernos cayendo en la inconsistencia y que eso no debe hacernos revisar como incoherente lo que nos propusimos. Ser frágiles significa en mi texto que no somos inmunes a la contradicción, a desdecirnos, a jugar, incluso, en nuestra propia contra pero que sobreponerse es la auténtica valentía.

En otras palabras, amigo Marcelo, no propugno la idea de que es bueno ser frágil para ser líder, sino la de que dado que nuestra naturaleza es frágil, sólo podemos liderar desde su reconocimiento, porque al fingir no serlo, tapamos con el mismo manto otras bellezas, otras formas positivas que conviven en el mismo caldo. Algo así. Aunque a lo mejor lo que pasa es que damos a las palabras distinto significado y la conversación debería girar sobre ¿A qué llamamos frágil? Te toca mover ficha a tí.

Tal vez estas explicaciones confundan más a Cecilia Araya que me declaró que no llegaba a entender la relación, siendo éste un tema que le importa. Conversemos sobre ello, Cecilia, porque la inquietud que late en mi decisión de escribir sobre este tema, tiene que ver con aquellas personas que al sentirse abrumadas por la consciencia de su fragilidad optan por quitarse de la primera línea, como si a ella sólo estuvieran destinados los fuertes. ¿Qué fuertes? ¿Quiénes son los fuertes? ¿Dónde están los fuertes?. La fortaleza se construye sobre la fragilidad. ¿Tenemos otro barro?

domingo, mayo 28, 2006

El coach como "despertador"

En la foto estoy junto a Carlos Acero Benedito, ambos tenemos una botella en la mano. A mi lado está Gabriel Salcedo en posición de pensador de Rodin, Alfredo Díaz Mosquera, a la izquierda, es el mas alto y delgado (éramos los "empollones" del curso, lo que en Chile llaman "mateos"). Nos acompaña Juan Manuel López Gómez. Estábamos en nuestro viaje de estudios a Granada, aunque se nos vea tan formales. Eran otros tiempos: abril de 1966, aún no había cumplido los 16 años. Ya entonces conocíamos a Lucila González Pazos, nuestra profesora de Filosofía en el curso 6°B. Entonces no sabía que estaba en un proceso de Coaching con mayúscula.

Robert Dilts establece una taxonomía de roles del coach, uno de ellos es el "despertador", aquel que despierta nuevas visiones y posibilidades, el que abre nuevos mundos. Eso hizo Lucila con muchos de nosotros. Conmigo, al menos. No fue una profesora como el resto. Ella nos incitó a leer Literatura, a distanciarnos para entender. Recuerdo las reuniones en su casa, ya terminado nuestro bachillerato. Hablábamos de cine, de política, hablábamos de la vida. Ella nos trataba como adultos. Me mostró a mas autores que los profesores de Literatura que había tenido hasta entonces, aún le debo algunos libros de los que me prestó y le debo tambien admirar a Juan Rulfo, a Lawrence Durrell, a Juan Benet, a Cortazar. Ella me dejó el primer libro de Neruda. Luego la vida me trajo a Chile.

Con su voz dulce, de melódica gallega, desafiaba nuestra posibilidad de ser mejores. No fue nunca una exigencia, nos mostraba que no hacerlo era un desperdicio, o al menos eso sentía yo. Ese año fue el más brillante de mi historial académico.

Cuando veo el brillo en los ojos de la gente de las que hoy soy coach, como ha pasado en estos días en Caracas, me veo a mí mismo en aquella época pura, en la que mi vida era una limpia promesa.

El año pasado, y por esos encuentros que hoy se hacen por internet, volvimos a reunirnos varios compañeros del Ramiro de Maeztu. Nos juntamos en Madrid en un restaurante de la calle de Serrano, la misma calle en la que estudiamos juntos durante 7 años de nuestra vida. Hablamos de los profesores que nos habían marcado y salió el nombre de Lucila. Ninguno había vuelto a verla. Yo tenía la esperanza de saber de ella a través suyo.

Unas semanas después, al terminar un taller de liderazgo en el que había puesto a los asistentes en la búsqueda de alguien que hubiera ejercido el liderazgo en sus vidas, influyéndolos positivamente, decidí ser proactivo y la busqué en Google. Allí estaba su historial en la Universidad Complutense y su mail. Le escribí 38 años más tarde para pagar mi deuda de agradecimiento y decirle lo importante que su influjo había sido en mi formación. "Un agradecimiento pendiente" se titulaba el mail. Le escribí seguro que despues de tener cientos, miles de alumnos, mi nombre sería un vago eco en su memoría.

A la mañana siguiente estaba su respuesta esperándome por las 6 horas de diferencia con España. Me mostraba que sabía quien era con detalle. "Querido Juan Pedro" comenzaba diciendo, usando el nombre de entonces y no el simple Juan con el que firmé yo. Me preguntaba detalles de mi vida y por mis compañeros. "Yo también te he recordado miles de veces; pero asimismo me acuerdo de bastantes alumnos de vuestro grupo, que fué estupendo para mí" me decía.

Uno sabe cuando no es un simple rostro para otros, cuando efectivamente estamos en contacto, cuando la relación humana va dejando huella y eso nos hizo sentir siempre Lucila, como el Robin Willians de "El club de los poetas muertos", la película de Peter Weir. Nos hizo sentir importantes y distintos. A mi me puso en contacto con una vision de mi mismo y mis posibilidades.

Durante este año nos hemos escrito asiduamente y este mes cuando estuve en Madrid fui a verla a su despacho de Vicerrectora de la Universidad Complutense. Me conmovió escuchar su misma voz, el mismo tono dulce y melódico. La misma humildad, la misma cercanía. Lo mas emocionante fue al salir, cuando caminé por Isaac Peral de vuelta a la casa familiar y me di cuenta que venía conmigo aquel joven Juan Pedro que quería cambiar el mundo y, sobre todo, mantener la limpieza de su carácter. Tomé con él el autobús 61 (el mismo que entonces era tranvía) le pedí perdón por algunas cosas. Me miró con sus ojos llenos de comprensión detras de las gafas negras de pasta, aquellas que le pusieron a los 13 años y que duraron tanto como duraban entonces las cosas.

Coaching no es sólo ser acompañante, en eso estoy de acuerdo con Robert Dilts, es también provocar lo que puede llegar a ser, como la lluvia, que permite que las semillas hagan su trabajo de germinación.

Copio para terminar el párrafo que Dilts dedica al rol de despertar: "El despertar va más allá del coaching, la enseñanza, la tutoría y el patrocinio, para dar cabida al nivel de la visión, la misión y el espíritu. El despertador apoya a la persona proporcionándole contextos y experiencias que hagan aflorar su mejor comprensión del amor, de sí misma y del espíritu. El despertador <> mediante su propia integridad y coherencia, poniendo a los demás en contacto con sus propias misiones y visiones porque él tambien lo está con las suyas" y mientras lo copio quisiera volver a matricularme en el curso 6° B del Instituto Ramiro de Maeztu (1965-66) para volver a despertar.

Te doy ahora las gracias públicamente, querida Lucila, por las mismas razones que te daba en mi mail y por devolverme la posibilidad de encontrarme con esa visión de mí mismo que aún me hace estremecer.

miércoles, mayo 17, 2006


Coaching y Política

En mi último artículo de "El arte de dirigir" me refería al artículo que me había pedido el diario "La Nación", quiero anticiparlo en el blog, dado que ya algunos de mis conocidos han empezado a opinar a partir del artículo, creo que puede ser un interesante motivo de debate.

"Vivimos tiempos en los que hablar de coaching está de moda, tiempos de transformación de la política y, sobre todo, tiempos de esperanza en un liderazgo con otro acento, con un timbre de voz más armonioso. ¿Hay alguna relación en todo ello?

Escribo estas líneas porque creo que sí, que existe una relación virtuosa entre el Coaching (en la forma que algunos profesionales lo entendemos) y la Política. Declarar esa relación es el primer motivo de este artículo. El segundo, por el que sin embargo empezaré, es un hecho contingente que marcó el inicio del Gobierno de la Sra. Bachelet y al que se puede dar una connotación de nueva sensibilidad, sin confundir con una cuestión de género.

Que el nuevo equipo gubernamental se reuniera en Marbella para una conversación de punto de partida, sin un programa del gusto de los analistas políticos; que ese encuentro estuviese facilitado por Julio Olalla, conocido por su larga trayectoria en el coaching, que después los ministros, subsecretarios e intendentes que asistieron se refiriesen al taller en términos muy positivos pero con cierta vaguedad, generó una oleada de curiosidad entre los periodistas.

En los días siguientes tuve numerosas llamadas de medios de comunicación (supongo que muchos otros coaches también) tratando de averiguar cosas diversas: Desde qué podría significar para el estilo de este gobierno la realización de un encuentro de estas características (sobre lo cual tengo mi opinión desde luego) hasta el significado de que la Presidenta o su entorno eligiesen al Sr. Olalla en vez de al Senador Flores (aspecto sobre el que no tengo la menor idea, sin que ello se confunda con que lo considere irrelevante, simplemente no tengo el privilegio de conocer los motivos de la Presidenta de Chile, aunque me alegre por su elección)

El primer punto que es importante despejar es que la realización de este taller (que no fue un curso de coaching) no debería confundirse con la idea de que este enfoque de intervención va a tener una relevancia en el nuevo equipo de Gobierno. En consecuencia el análisis debería separar el significado del taller como señal, por una parte y el aspecto distinto de si el coaching y la política pueden conjugarse armoniosamente.
Pretendo dar tres argumentos positivos para cada uno de estas relaciones.

Efectivamente, considero un signo de valor positivo el encuentro de Marbella porque:

Creo que Chile, con un Gobierno que se enfrenta a importantes desafíos en un período relativamente breve para lo que ha sido común en las últimas décadas, necesita que actúe como un equipo compenetrado y los equipos se constituyen con un propósito, pero también sobre la confianza de sus componentes.

No es necesario argumentar mucho que la confianza no es sólo una derivada de la competencia técnica, implica compartir valores y una mística de compromisos, implica interlegitimación de los individuos como personas.

Los equipos viven en la dimensión emocional de serlo y es necesario saber crear el espacio en el que esto se produzca. El taller de Marbella fue una instancia para empezar a diseñarlo. En este sentido me parece que es una excelente señal. ¿Por qué no hacer en el Gobierno lo que todos aceptamos en el mundo de las empresas, de los deportes o de los grupos sociales? ¿Por qué no aplicar lo que en cualquier escuela de buena administración predicaría?.

El principal mensaje que resume la campaña presidencial que fue elegida por los chilenos y chilenas para gobernarnos fue el del “Chile inclusivo”. Incluir significa saber escuchar las inquietudes de quienes piensan de forma distinta, tienen raíces diferentes o viven situaciones o procesos desde los que la vida se percibe en otras dimensiones.

Si estamos de acuerdo en ello, que el taller pusiese énfasis en el escuchar, en el perdón o en el afecto, no tiene que ver con ninguna moda, es una señal que se dirigió al corazón de nuestros problemas de convivencia y por cierto que es una buena señal.

Tanto para constituir un equipo que responda a lo que Chile requiere, como para ser un Chile inclusivo, la herramienta común es la comunicación, en la amplia acepción en la que hoy se entiende (común acción, importancia de los contextos, rol de lacercanía)

Si los ministros, subsecretarios, intendentes y las demás autoridades de gobierno se hacen cargo que comunicarse es la gran habilidad del mundo moderno y que quienes determinan la validez de esa comunicación son los ciudadanos, no me cabe duda que tendremos un Gobierno más cercano, más riguroso con sus promesas y sus compromisos, más capaz de entender lo que es necesario construir para una sociedad mas justa y desde luego mas feliz.

Para hablar ahora del anunciado círculo virtuoso de coaching y política es necesario ponernos de acuerdo con una definición sobre a qué vamos a llamar coaching. No usaré para ello ninguna de las dadas por los prestigiosos chilenos que son reconocidos en este ámbito, creo que es mejor evitar sesgos y saliéndome de Chile utilizaré la que la ICF (International Coach Federation) está consensuando mundialmente. En ella se plantea como primer párrafo que: “El coaching profesional consiste en un acompañamiento (ongoing partnership) diseñado para ayudar a obtener resultados más satisfactorios en la vida, la profesión, la empresa o las actividades de las personas. Mediante el proceso de coaching el cliente profundiza en su conocimiento, aumenta su rendimiento y mejora su calidad de vida”

Dentro de esta concepción, de la que muchos profesionales que trabajamos en Chile participamos, el coaching es inseparable de marcados principios éticos en la relación con el cliente y con la sociedad, de un profundo respeto por la persona y sus intenciones y supone de forma muy especial que el cliente reconozca sus talentos, reconozca las propias barreras y logre expandir sus posibilidades de acción.

Dicho esto, mis tres argumentos para declarar que el coaching es una metodología de apoyo que potencia la acción política encaminada a mejorar al mundo al que se dirige son:

1. Si la política es el arte de lo posible, expandir los paradigmas de quienes tienen que gobernar y ser artistas de esa construcción constituye una labor de gran valor agregado.

El coaching al orientarse a ampliar los dominios de observación del coachee y las distinciones dentro de cada dominio, al acompañarle en su proceso de descubrimiento de las señales del entorno (incluso las más sutiles) representa también una oportunidad de desarrollar su liderazgo.

Cabe aquí mencionar a Ronald Heifetz, director del Proyecto de Educación de Liderazgo en la Escuela John F. Kennedy de la Universidad de Harvard que en su libro “El liderazgo sin respuestas fáciles” plantea ese espacio del mundo actual en el que el líder no tiene la respuesta a las situaciones que se plantean, no puede ser un experto en todo, pero tiene la capacidad de contener, de animar para la acción, de entrever posibilidades y hacer que los otros se hagan cargo de sus propias responsabilidades, delimitando su rol sin idealizaciones.

2. Si el poder conlleva niveles de soledad, a veces por la forma en que entendemos la responsabilidad, otras por la falta de pares o por el peso de la información reservada o por la incapacidad para delegar y desarrollar confianza, el hecho de tener alguien que no forme parte de la línea, con quien hablar en una relación de pares y que permita expresar la propia voz sin paliativos, con la seguridad de no recibir juicios, de disponer de una cuenta corriente de diálogo, resulta ser una compañía de alto valor.

Si el ejercicio de ese poder puede en ocasiones ser tan absorbente que deje los otros ámbitos de la vida al borde del colapso, disponer de un espejo que muestre las repercusiones que lo que estamos postergando puede tener en nuestro equilibrio, resultará una medicina preventiva. Al cabo es difícil que quien no sabe gobernar su vida pueda gobernar un país o el área que le corresponda, sin el riesgo de que lo someta a los mismos desequilibrios.

3. Si hoy concebimos como uno de los más importantes roles del estado la creación de ciudadanía, mantener conversaciones con un observador externo (pero comprometido con este propósito) en las que las decisiones de la política contingente no dejen a un lado las preguntas sobre los valores que conforman el proyecto de una nación mas integrada y una nación de ciudadanos elevará la dimensión de la política, ayudando a preservar esos valores, hablamos del respeto, la justicia, la equidad.

En muchos momentos de la historia del mundo, quienes tuvieron obligaciones de gobierno buscaron a personas sin la compulsión a imponer sus puntos de vista, situados voluntariamente fuera de círculos de interés y lejanos de la carrera por el poder, personas (monjes, anacoretas, filósofos, ancianos de las tribus) que cultivaban el arte de la reflexión abierta y sin mordazas, el arte de conectar a quienes les preguntaban con sus propios miedos y sus propias grandezas. Entonces no se llamaban coaches, pero el fenómeno es distinto a los nombres que lo explican"

domingo, abril 30, 2006


La tarea bien hecha

No se puede decir que sea un buen título, pero es algo necesario, si sólo podemos vivir el presente, lo importante es lo que hagamos hoy. La falta de prolijidad, desde esta perspectiva, es una forma de desconexión. Lo curioso es que cuando vivimos con profundo compromiso el presente, sin estar permanentemente sacando cuentas, fortalecemos el futuro posible. Esto es lo que me da vueltas, algo así como una ecuación en la que el orden de los factores si afecta al resultado. Me refiero a que si en aras del futuro pasamos de puntillas por el presente, algo estamos haciendo mal. Se nos lloverán las casas como a Copeva, se caerán los puentes, se descomprometerá la gente, se desvanecerá el amor, pasaremos sin dejar huella.
Jacqueline Saintard me habla también de esto en el mail que me envió inmediatamente después de mi newsletter de marzo, en el que por cierto hice una atribución indebida, cité como remitente del cuento que me servía de inspiración a Araceli Casanova (Ari) en vez de a Iris. Recojo aquí las palabras de Jacqueline: "Qué hermosa analogía la de los árboles, sus raíces bajo la profundidad de la tierra y como se exhibe su frondosa belleza empinándose al cielo. Hace pensar en la forma y el fondo, en servicio a las personas o lucimiento personal; en la cara brillante y obscura de la luna.
Aterricemos: En el sentido más profundo de dirigir políticas e instituciones públicas, es verdad. Si uno cumple uno de estos ciclos y se va, habiendo dejado "una manera de hacer las cosas bien" , como tu dices "para que las cosas ocurran", entonces tu misión ha tenido sentido y tu término de ciclo, será más sereno.


Es bello eso de hacer frondosas y profundas raíces que nutren aunque sean poco visibles, pero que permiten frondosos resultados. Sin ellas, podremos hacer solo hermosas pero efímeras y pasajeras acciones. Se me viene a la cabeza toda esa cuestión del bajo perfil o alto perfil.

Pienso en tantas acciones poco prolijas, que pronto muestran falencias...o desastres.
Pienso en tanto que se ha hecho y que ha significado cambios profundos y permanentes que ya no tienen vuelta atrás y , sin complacencia, pero tampoco flagelándose, nos permiten apreciar el país que hemos contribuido a tejer en estos años.

Tu reflexión obliga a hacer un alto en el camino y pensar. Es un momento para pensar porque creo que debemos dar pasos más importantes y significativos que hagan a las personas más felices, más seguras, más tranquilas.

En fin, has tocado con tu texto el centro de mis preocupaciones y mi ocupación actual. Tengo la inquietud respecto a que este proceso requiere cambios. Talvez el ramaje de nuestra raiz se dispersa y no alcanza la profundidad que requiere para captar humedad, nutrir y producir el resultado de un árbol sano y bello. Anido un proceso en mi alma hace algún tiempo. A esto le falta algo que me provoca desasosiego y tu reflexión apunta a buena parte de lo que me pasa.
¿Sentido del SERVICIO, sentido de la JUSTICIA? ¿Eficacia, eficiencia? ¿Orientados a resultados, orientados a procesos que permitan que las cosas ocurran?
No son necesariamente cuestiones dicotómicas o pendulares, pero merecen hacer la reflexión"
Mi reflexión es simple, estamos aquí para hacer la tarea bien hecha, no para alcanzar honores, estamos aquí para cumplir con nuestra misión, no para asegurar el siguiente peldaño de la carrera personal o de la cuota de infuencia de un partido político. No es fácil vivirlo, la ambición de poder es humana, pero también es humano el bien, la honradez, la responsabilidad, el deseo de construir un mundo mas justo. Me gusta en ese sentido que hoy hablemos del "Chile inclusivo"
Muchos de mis coachees pertenecen al mundo público, yo les pregunto ¿Para qué estás aquí? ¿Qué es lo que no puedes dejar de hacer? ¿Qué te has prometido a ti mismo/a? Luego guardo silencio.

viernes, abril 21, 2006

Las Batallas interiores


Tal vez el error sea creer que este blog sólo es el mostrador de reflexiones inteligentes con las que no estoy en conflicto. Tal vez, la dificultad surja de pedirme a mi mismo coeherencia de acción con lo que pienso, sin aceptar que pensamiento y acción son dimensiones diferentes y que puedo expresar aquello que está siendo una batalla en mi interior, sin entender que lo que está claro en su nivel de idea, puede expresarse de manera inconsistente en mi actuar. ¿Puede predicar el bien un pecador? ¿Puede ser crítico literario el mal escritor? ¿Puede entrenar un equipo de futbol un mal jugador?

Agradezco a quienes me han estado preguntando por la sequia de reflexiones de estos meses. Hace unos días Iris, a quien no conozco, pero que ha entrado en mis post para incluir comentarios, me preguntaba "¿En que andas, Juan?" Su pregunta me hizo decidirme a darme este tiempo, aquí, en el silencio de Cuncumén, donde relato un taller.

Estoy en la batalla. Estoy conmigo. No por eso he dejado de escribir notas y notas sobre mis pensamientos y sensaciones, algunas conversaciones relevantes, algunos coachings que han tocado temas que me han abierto miradas nuevas. He aprovechado también para avanzar en mi segunda colección de relatos breves. Estoy releyendo "La historia de la inmortalidad" de Jorge Luis Borges.

La elección estuvo motivado por varias conversaciones de coaching en las que se repite, como quiebre central, la imposibilidad para vivir plenamente el presente, la compulsiva necesidad de estar en el momento siguiente, en lo que está por venir, en mirar la siguiente cima sin darnos tiempo siquiera a ver el paisaje en el que estamos. En el fondo, la incapacidad para estar en el único (?) espacio real que tenemos: el presente. Borges se refiere a ello como "la intolerable opresión de lo sucesivo". Esa necesidad de que, a lo que está siendo, le suceda de inmediato lo que viene.

Escribiré mas profundamente sobre ello. Prometo, también, contestar la interesante respuesta de mi amiga Jacqueline Saintard a mi último artículo de "El arte de dirigir" (el número 34). Tomaré la oportunidad de hacer una reflexión sobre el coaching, a partir del"comment" de Gonzalo Castillo a quien creo no conocer.

Declaro todo esto porque creo que las declaraciones comprometen la identidad de quien las hace y ello me incentivará para el regreso. Mientras tanto ¿En dónde ando? En la silenciosa pelea conmigo, en el descubrimiento de algunas conductas propias que me asombran y junto a ello, vivo el amor generoso a Laura, mi linda nieta y eso me proporciona una gran emoción. La dulce emoción vivida en el presente, la alegría de saber que tendrá futuro.

lunes, enero 02, 2006



2005: Mi mejor coach

¡Feliz 2006! Eso me he dicho hoy cuando me he mirado en el espejo con la decisión de no afeitarme, de no tener prisa, de estar lento y sin plan.

Dejo en el ropero este año que acaba, como quien se quita un abrigo pesado que, sin embargo, fue compañero de momentos de tanta intensidad, desoladores y llenos de esperanza, dulces y agraces. En nada fue mediano. Cuando repaso el diario, me sorprendo de que hayan ocurrido tantas cosas, de que todas ellas hayan cabido en los 365 días que quedan atrás.

Creo que nunca en mi vida había estado tan en contacto conmigo mismo, tan solo y tan acompañado. El año mismo ha sido mi mejor coach, pero hubo otros de los que quiero dejar constancia antes de cerrar este capítulo: los libros y el árbol de Puyehue

Los libros
Leí desde esa conexión y los libros me hicieron preguntas, me mostraron patrones de conducta desde sus lineas incapaces de conmoverse con mis explicaciones: "Madam Bovary", "2666" del gran Bolaño, "El último lector" de Ricardo Piglia, "La velocidad de la luz" de Javier Cercas, "Bartleby y compañía" de Vila Matas, del que ya he hablado en este blog, "El secreto de la infidelidad" de Ethel Krauze, varios otros que se vaciaron ante mis ojos ávidos.

Por esto he recomendado a mis coachees que leyeran, que se sentaran con su libro y un lápiz, que leyeran anotando, que se metieran en la lectura con todo el cuerpo, sintiendo qué, de lo dicho, les rozaba, donde resonaba un eco conocido.

El árbol de Puyehue

Pero tal vez lo mas emotivo para mí fue cuando en Puyehue nos propusieron que saliésemos a los jardines y buscásemos un árbol, una flor, una simple hoja y le preguntásemos esa pregunta que nos era difícil acallar. Esa idea de hablar con los árboles, de abrazarlos, me resultó invasiva, propia de verdes aburguesados que predican la ecología sin pasar por las poblaciones o mientras fuman en los sitios públicos. Abadoné mis prejuicios y salí en busca de los tulipanes con una pregunta grande, bien formulada, de esas que pueden quedar sin repuesta porque su simple sonoridad las justifica.

Y sucedió que no fueron ni los tulipanes, ni los imponentes árboles del lugar, me detuvo un árbol común y mi pregunta fue perdiendo su grandilocuencia, se fue haciendo mas simple. La reformulé hasta que su simpleza me dolió, hasta que me dolió también la respuesta que encontré en mi interior.

No sabía que los árboles comunes conocieran el método socrático de la mayéutica, pero ese árbol de Puyehue fue mi mejor coach en este 2005 que he colgado en la percha oscura del ropero, mostrándome lo que podría haber visto mucho antes.

A la semana siguiente le expliqué al aplicado "C" lo que era el coaching directivo y le sugerí que hablase con el olmo seco de su parcela, tan machadiano y sabio, mucho más que yo sin duda. "Por lo menos mas barato" dijo él.