Este fue el resultado. Ócurrió en Quilpué con la Gerencia de Operaciones y Sistemas del BancoEstado. Mas de 100 personas y la emoción de ser equipo entre nosotros, impregnada en las pañoletas blancas, en la fuerza de superar cualquier experiencia que se hubiera hecho en Chile. El objetivo era hablar de trabajo en equipo. Lo que hicimos fue mostrarlo, porque ser equipo, hoy lo sabemos con total certeza, es una emoción, relacionada con tener un proyecto común y poner en ello el coraje, la valentía, la fuerza y la persistencia para lograrlo.
Podemos tener el mejor proyecto, pero si no se comparten los valores que encarna, es difícil tener un desempeño superior. Equipos y Liderazgo son dos conceptos que se encuentran en el corazón y las mentes de las personas.
En google pueden encontrar valiosa información sobre los castells como tradición mediterránea que empezó en el antiguo reino de Valencia y que hoy tiene sus mas conocidas expresiones en Cataluña. Si pinchan el vínculo que he puesto mas arriba podrán leer lo que dice wilkipedia.
La tradición llega a Chile siguiendo un camino del que formo parte. Se remonta al Magíster de Gerencia Pública que el Gobierno alentó desde la Secretaría Ejecutiva de la Modernización del Estado en 1998, cuando Claudio Orrego ocupaba ese puesto. Aquella fue una experiencia notable en la que participaron 33 altos directivos públicos.
En ella participó Salvador García, con el que trabajaba frecuentemente entonces. Él usaba una lámina que todavía yo utilizo, con la que, desde una foto en blanco y negro de esta torre humana que son los castells, es fácil mostrar que mirándola se "ven valores" y que sólo cuando los compartimos podemos hacer grandes esfuerzos y obtener notables empresas y cuando no, las organizaciones se pierden en sus rutinas defensivas, en sus explicaciones desmotivadas, en esa apatía que hacemos creer que es realismo.
Tuve la fortuna de dirigir ese Magíster con un grupo de magníficos colaboradores (sería injusto no nombrar a Rosario por lejana que esté ahora) y en el rediseño permanente que fuimos haciendo en su transcurso, incluimos una pasantía en España. Terminamos en Barcelona, coincidiendo con las fiesta de la Merced del 24 de septiembre y de improviso en una plaza, nos esperaba la construcción de un castell. La emoción porfunda de un pueblo, de una cultura, de un desafío, de la colaboración, del esfuerzo por lograr un resultado deseado, un resultado encarnado en el alma. Vean lo que mis palabras son incapaces de transmitir. Una experiencia inolvidable
En ese grupo estaba Luis Carrasco, él se quedó tan vivamente impresionado que trajo la práctica a Chile y formó a un casteller y éste a los niños que terminan culminando la torre, los más importantes de la "colla". Son niños de Lo Prado. Niños profundos de los que podría hablar muchas páginas.
Este grupo, estos niños, Jorge "el casteller", Luis y yo mostramos con pocas palabras que trabajar en equipo es un estado de la conciencia, de una emoción por compartir. Para eso la GDOS del BancoEstado es un lugar donde lograrlo siempre es posible.
Podemos tener el mejor proyecto, pero si no se comparten los valores que encarna, es difícil tener un desempeño superior. Equipos y Liderazgo son dos conceptos que se encuentran en el corazón y las mentes de las personas.
En google pueden encontrar valiosa información sobre los castells como tradición mediterránea que empezó en el antiguo reino de Valencia y que hoy tiene sus mas conocidas expresiones en Cataluña. Si pinchan el vínculo que he puesto mas arriba podrán leer lo que dice wilkipedia.
La tradición llega a Chile siguiendo un camino del que formo parte. Se remonta al Magíster de Gerencia Pública que el Gobierno alentó desde la Secretaría Ejecutiva de la Modernización del Estado en 1998, cuando Claudio Orrego ocupaba ese puesto. Aquella fue una experiencia notable en la que participaron 33 altos directivos públicos.
En ella participó Salvador García, con el que trabajaba frecuentemente entonces. Él usaba una lámina que todavía yo utilizo, con la que, desde una foto en blanco y negro de esta torre humana que son los castells, es fácil mostrar que mirándola se "ven valores" y que sólo cuando los compartimos podemos hacer grandes esfuerzos y obtener notables empresas y cuando no, las organizaciones se pierden en sus rutinas defensivas, en sus explicaciones desmotivadas, en esa apatía que hacemos creer que es realismo.
Tuve la fortuna de dirigir ese Magíster con un grupo de magníficos colaboradores (sería injusto no nombrar a Rosario por lejana que esté ahora) y en el rediseño permanente que fuimos haciendo en su transcurso, incluimos una pasantía en España. Terminamos en Barcelona, coincidiendo con las fiesta de la Merced del 24 de septiembre y de improviso en una plaza, nos esperaba la construcción de un castell. La emoción porfunda de un pueblo, de una cultura, de un desafío, de la colaboración, del esfuerzo por lograr un resultado deseado, un resultado encarnado en el alma. Vean lo que mis palabras son incapaces de transmitir. Una experiencia inolvidable
En ese grupo estaba Luis Carrasco, él se quedó tan vivamente impresionado que trajo la práctica a Chile y formó a un casteller y éste a los niños que terminan culminando la torre, los más importantes de la "colla". Son niños de Lo Prado. Niños profundos de los que podría hablar muchas páginas.
Este grupo, estos niños, Jorge "el casteller", Luis y yo mostramos con pocas palabras que trabajar en equipo es un estado de la conciencia, de una emoción por compartir. Para eso la GDOS del BancoEstado es un lugar donde lograrlo siempre es posible.