Lo que sí quiero es repetir algunas de las ideas que aporto al comentario del libro desde la posición de compartir las mentiras que Francesc y Rafael proponen como tesis.
"1-Todo aquello que pensamos puede ser hecho (la ciencia, la tecnología y el arte lo están demostrando) con independencia de que a la vez seamos conscientes de la relatividad de nuestro pensamiento.
2- Sólo ocurre aquello de lo que conversamos, es decir que nuestro pensamiento genera movilización cuando se hace público y es compartido, alcanzando así a convocar a otros y/o comprometiendo nuestra identidad en el mundo que nos rodea.
Wittgestein en su libro “De la incertidumbre” sostiene que no es posible confiar plenamente que todo aquello que vemos o tocamos sea real. Sólo podemos confirmar que es la experiencia de nuestra forma de observar, pero esas experiencias son reales para quienes participan de ellas.
Por otra parte cambiar nuestra forma de observar, aunque difícil, es posible. Beltri y Goberna plantean, sin entrar en el trasfondo filosófico de esas creencias, que cuando las personas y los grupos las mantienen ocurren cosas a su alrededor que tienen que ver con lo que llamamos logro o avance."
Lo que quiero decir con todo ello es que aunque tengamos creencias distintas a las que se proponen en el libro es posible cambiarlas y esa posibilidad, cuando a su vez se cree, da sentido a una profesión como la de coach.
¿Qué responderíamos si nos preguntáramos a nosotros mismos por esas mentiras? He hecho el ejercicio. Me quedo satisfecho pero con inquietud. Me han resonado algunas como "el peor equipo supera al mejor individuo", de pronto están ahí las creencias sociales de un país como el mío que predica que mejor sólo que mal acompañado.
En cualquier caso creo que las 23 mentiras son una interesante fuente de preguntas de coaching. ¿Están de acuerdo mis amigos coaches?
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