viernes, agosto 01, 2014

LUCES de LINTERNAS ROTAS


Así se llama el poema del gran poeta chileno Jorge Teillier, que termina con la siguiente estrofa:

Alguien escuchará nuestros pasos
cuando nuestros pies sean terrones deformes
alguien soñará con nosotros
cuando seamos menos que un sueño,
y en el agua donde pusimos nuestras manos
siempre habrá una mano
descubriendo las mañanas que perdimos

Es bueno tener esperanza, pero puede no serlo tanto, vivir de la esperanza de que algo ocurra fuera de nosotros. ¿Qué es lo que pude hacer de otra manera para que mis pies fueran escuchados antes, cuando aún había un tiempo para  caminar juntos? ¿Qué es lo que no hice para poder entrar, cuando las mañanas no estaban perdidas, en el sueño de los otros?

Mientras escribo estas preguntas estoy pensando en mi próximo coaching con G y en nuestra conversación sobre la seducción y el protagonismo.


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