Cuando la física
cuántica plantea que el experimentador interviene en el propio experimento
aunque lo intente evitar y modifica la materia y el resultado, de la misma
forma que determina el camino usado y lo que sea o no considerado indicios,
pistas y sugerencias, no puedo dejar de pensar en la imposible neutralidad del
coach.
Su presencia, su
emoción y su pregunta afectan a un rumbo y a la configuración de un contexto de
la conversación. Por eso he ido cambiando mis juicios sobre la mas apropiada
puesta en escena del rol de coach para ser coherente con lo que pienso.
Preferí al
inicio la distancia de mi serenidad para ser invisible, como el psiquiatra que
pregunta como si fuera una voz en off
detrás de un diván; parapetado yo tras la pantalla y las teclas de mi
computador desde el que registro minuciosamente lo que pasa, lo que pregunto,
las respuestas que las preguntas traen.
Ahora empiezo a
sentir la necesidad de mostrar las suposiciones desde las que miro el mundo del
que hablamos, las inquietudes que me asaltan cuando el coachee habla, creo que
es más honesto develar mi no-neutralidad, develar el lugar desde el que
aparecen mis preguntas. Hacer sentir mi compromiso (si es que lo siento) para
establecer un acompañamiento cercano y generar intimidad. Una palabra que se
revaloriza en el tiempo: I n t i m i d a d.
Si no siento ese
compromiso no puedo actuar y se que tengo que declinar entonces.
Hablo de una
cercanía con el ser que es el otro, de un profundo respeto más allá de su
situación y es algo que puedo lograr si creo que más allá de que sus posiciones
me gusten o no, el coachee es sincero. No necesito “comprenderlo”, no quiero
“comprenderlo” en ese sentido que Fedor
Dostoievski plantea en Los hermanos Karamàzov: “Yo no comprendo nada, prosiguió
Iván como si delirara, ni nada quiero comprender ahora. Quiero atenerme a los
hechos. Hace ya mucho que decidí no comprender. Si quiero comprender, enseguida
altero los hechos, así que he resuelto atenerme a ellos”.
El coaching como
una metodología de acompañamiento requiere que el coachee se sienta realmente
acompañado, que no es lo mismo que comprendido. “Estoy aquí sin que tenga que
pensar como tú, es más, si pensara como tú no te serviría”.
Si no hay
contexto el coaching no sucede, no se trata de aplicar una fórmula, seguir los
pasos de una metodología, como no hay una forma de educar a un hijo con
independencia de quien sea ese hijo. En ese sentido el coach tiene que ser
capaz de desplegar su acompañamiento en la complejidad del ser humano y cada
ser humano tiene su momento, su ciclo, su proceso.
No creo en las
recetas, creo en la diferencia de cada proceso y cada contexto. Y eso supone
tener distinciones sobre los ámbitos en los que intervenimos, sobre el proceso
de aprender, sobre las emociones y los sentimientos de las personas y
especialmente sobre como crear el espacio para que el coachee esté dispuesto a
confiar en sí mismo y en la vida. De lo contrario no estará disponible a
abandonar lo que de alguna manera le permitió llegar adonde está.
Creer que su
aceptación de entrar en un proceso de coaching presupone esa disposición puede
ser un craso error, con frecuencia buscamos entender que es lo que hicimos mal,
que fue lo que no vimos, pero eso no es lo mismo que preguntarse quien estoy
siendo. Queremos saber que mejorar en nuestro rol, pero eso es distinto que
preguntarse cuál es mi rol realmente en este momento.
La calidad del
contexto de cercanía (entendida como cálida interlegitimación) entre el coach y
el coachee es muy diferente en cada caso. Lograrla es una tarea irrenunciable
en nuestro oficio. Y quiero llamarlo así porque está más lejos de la magia que
de la estructura, pero más cerca del artesanato que del proceso de producción.
Hola Juan, un gusto leer sobre este tema tan fascinante. te comento que mientras lo leia, me llego a mi mente la frase "reverencia gentil" Que te parece?
ResponderEliminarHola Juan, no estoy seguro si mi comentario anterior llego, por las dudas, te pedia que si podias comentar algo sobre el tema de la reverancia gentil, que creo que esta relacionada con este tema tan interesante que abordas en esta entrada. Espero conocerte en persona mañana, saludos
ResponderEliminarAsí es para mí....tengo dificultad con algunas escuelas que tienen "recetas"...
ResponderEliminarAsí es para mí....tengo dificultad con algunas escuelas que tienen "recetas"...
ResponderEliminarHola Juan, no me conoces, pero te saludo y felicito
ResponderEliminarSi tu misión en la vida es que el arte y la vida se encontraran en tu camino, preferentemente a través de la palabra, honras tu misión ... Qué bien eligió Marcelo a quien escribiera su colofón para este GPS, te leí , te bebí ... Como un sorbo de agua fresca en el verano y aquí quedo esperando tener en mis manos este nuevo libro de Marcelo para enriquecer-nos y llevarlo tb a nuestros aprendices!!! Gracias y ÉXITOS Marcelo! Un eterno trabajador de esta amada profesión . MCP Lic Liliana Fernandez Mateo