En estos días envié mi artículo "El arte de dirigir" referido a la importancia de la actitud y el esfuerzo para unirlo a eso que llamamos suerte. Una pregunta sobre la que rondo desde hace tiempo ¿Es la suerte un resultado buscado? ¿Aparece como un visitante que no hemos invitado?
Marcela Veinsten, colega en estos menesteres de la consultoría en Argentina, me respondió con una hermosa reflexión que quiero compartir:
"En ocasión del Bat Mitzvá (fiesta religiosa de los 12 años en las nenas y 13 en los varones) de mi hija mayor, hace unos años, le conté esta historia en el templo, por esta manía que tenemos algunos de analizar las palabras y sus enunciaciones, sin importar el idioma pero sí el contexto.
Suerte en hebreo se dice: MAZAL
En este idioma se escriben las consonantes, ya que las vocales son signos que rodean a aquellas (pudiendo escribirlas o no), de modo que se escribiría algo así como MZL (Estas tres letras, son a su vez, las iniciales de otras tres palabras: Macom (que quiere decir Lugar), Zmán (que quiere decir Tiempo) y Limud (que quiere decir estudio)
De modo tal que para nuestra tradición la suerte es la conjunción de estas tres palabras: Tiempo, Lugar y Estudio.
La suerte es entonces, estar en el momento justo y en el lugar adecuado pero sabiendo qué hacer con eso.
La suerte no es así algo externo, fortuito ni azaroso sino tener la capacidad de ver las oportunidades y aprovecharlas. De allí el valor que le asigna este pueblo milenario al estudio.
Actitud, esfuerzo y suerte del petrolero, podrían sintetizarse en Suerte, que incluye a las tres".
¿Será porque piensan así, que los judios tienen tanta influencia en el mundo? ¿Demostrará esto, una vez más, que el lenguaje genera realidades, que nuestras creencias establecen los límites de lo posible?
En hebreo mi título "La suerte buscada" sería una redundancia según lo explica Marcela. En mi trabajo de coaching tengo, sin embargo, que repetir el concepto, traerlo como si fuese un nuevo pensamiento poderoso y, aún así, sigue siendo algo que sólo algunos aceptan, aquellos que están dispuestos a moverse, que están dispuestos al Limud, a luchar contra la literaria pereza de los días.
Estimado Juan, me permito enviarle esta frase que me llegó al correo:
ResponderEliminar"Miremos más que somos padres de nuestro porvenir que no hijos de nuestro pasado." (Miguel de Unamuno)
Saludos.
tambien podríamos mirar hacia delante sin pensar si somos hijos de...o padres de...simplemente ser uno, pleno dueño de su circunstancia y su destino.
ResponderEliminarSaludos
perdón hacia "adelante"....eso...
ResponderEliminarPetrilla