La novela resulta devastadora con la práctica del pensamiento comunista y muy especialmente con el enfrentamiento de los partidos de izquierda en la España Republicana y en la estrategia a seguir cuando ya había estallado la Guerra Civil en 1.936, en la que participó mi padre.
En esta ocasión no voy a referirme en estas líneas a la Política, ni al Coaching Político. Voy a hablar de la cara oculta del SÍ, de un desgarro que traigo desde mi adolescencia cuando comprendí que el SÍ de mi padre a sus convicciones ideológicas, a los encargos que recibía del mundo sindical, a las consignas de una izquierda ya en el exilio, implicaban un NO a la familia, a la responsabilidad de construir una vida con mas posibilidades y con mas tiempo dedicado al afecto.
Supe pronto que cada SÍ lleva dentro uno o varios NOES, que cuando le digo SÍ a algo, le estoy diciendo No a otra opción o peor aún a mi mismo o a los que digo querer. Hubiera querido tener la habilidad en mi adolescencia de mostrarle que su encomiable SI, que podríamos ver como honesto, coherente con sus ideas, significaba un NO para el resto de sus amores, para la vida que también había elegido. Hubiera corrido el riesgo que me dijera que para un buen revolucionario la familia es un tema secundario, pero seguramente no, porque en esa época ya se había quedado muy desconcertado con la Primavera de Praga y su matriz interpretativa ya se había percatado que los rusos habían acelerado el enfrentamiento de las fuerzas de la izquierda especialmente en Cataluña mermando las posibilidades de obtener la victoria, por lograr una supremacía mezquina ante los anarquistas, el POUM troskista y las otras facciones sindicalistas obreras bastante desconcertadas.
Tal vez por todo esto, en mis procesos de coaching con frecuencia pregunto ¿A quién o a qué le dices que NO cuando estás aceptando algo que que te lleva a postergar parte de tu vida? Es una pregunta valiosa para aquellos que no saben decir que NO y viven en la creencia que los SÍES no suponen un NO a otro. Es una pregunta dirigida a enfrentarles diafanamente con ese NO y a reconocer el sutil autoengaño. Una pregunta, por cierto, que me hago a mí mismo, seguramente si no fuera por esa necesidad heredada, no le daría tanto valor.
Dicho lo anterior, creo que esta idea está muy bien desarrollada en el blog de un colega argentino: Diego Lo Destro, que fue alumno de mi Programa de Coaching y Política el año pasado en Buenos Aires. Le dejo a él la palabra mientras sigo con mis vacaciones y mi lectura. Pueden leerlo aquí o en su propio BLOG
El Sí Fácil y el No Difícil
Alberto
es Gerente de RRHH de una empresa latinoamericana, es una persona que se ve con
mucho compromiso, amable, agradable y le gusta ser afable en su relación con
otros. Su gran escritorio y su imponente sillón contrastan con su notable
simpatía y serenidad. En una de las ultimas conversaciones que tuvimos Alberto
me dijo una frase que me resultó impactante, un impacto que no viene de las
palabras sino de su expresión triste y su mirada perdida cuando la decía: “Sé
que no puedo comprometerme, que tengo que decir que NO, pero es más fuerte que
yo y digo Sí aunque no quiero”. A
espaldas de Alberto hay un dibujo de su pequeña hija de ocho años.
Esto
me llevó a preguntarme sobre el impacto en mi vida de esas dos pequeñas
palabras, y me hizo meditar en cuantas veces dije que “sí” cuando quería decir
que “no” y como optar por uno u otro modificó el transcurrir de mi existencia.
¿A
qué situaciones puntuales dijiste que Sí cuando en realidad preferías un No?
¿qué cambió el decir que Sí? ¿Qué impacto tiene un No en el ejercicio de tu
liderazgo, en tus relaciones, en tu familia? Cuándo le dices que Sí a algo que
no quieres ¿a qué o a quién le dices que NO? ¿a qué o a quiénes le das la
espalda?
__________________________________
"Para saber decir que NO, necesitamos saber con certeza a qué le diremos que SÍ"
___________________________
Decir
que “no” reafirma nuestros limites, define los horizontes y las posibilidades
que tenemos de acción, reactiva nuestra capacidad de decidir por nosotros
mismos, pone un freno al poder que tienen los otros sobre nuestra vida
empoderándonos para ser las autoridades de nosotros mismos. Esto implica que
cuando no disponemos de recursos para decir que No, tampoco tenemos poder, autorizando a otros para ejercer poder sobre
nosotros, limitando el ejercicio de la voluntad independiente.
¿Sentiste
alguna vez que parecieran que todos hacen lo que desean contigo? ¿Sentiste esa
falta de poder sobre ti mismo? Lo notarás en todo aquello que quisieras hacer
pero no “no puedes”: “Quisiera ir al gimnasio pero no puedo porque tengo que
….”, “Me encantaría salir de vacaciones pero no puedo porque me pidieron….”,
“Iba a invitar a mi esposa a cenar pero no voy a poder porque antes de salir
del trabajo me dijeron…”. Si no tienes tiempo para lo que quieres o te gustaría
es altamente probable que tengas dificultades para decir que NO y tienes el Sí
fácil. Una “patología” que se evidencia también fuera de las empresas.
Mientras
que decir siempre que sí nos pone a las ordenes del otro, el decir que no nos
pone a nuestras propias ordenes. Cuando decimos siempre que sí quedamos bien
ante otros pero quedamos mal ante nosotros mismos. Cuando decimos que Sí a
otros puede que nos estemos negando a nosotros mismos. Pero lo mas grave es que
quizás estemos negando algo más: tiempo de calidad con la familia, con los
hijos, con la pareja. Un tiempo del cual nadie se puede hacer cargo por
nosotros, si lo negamos.
______________________________
"Asumimos
un compromiso con nosotros mismos al decir que NO, pero asumimos un
compromiso con otros al decir que Sí, la cuestión es saber con quien
estamos más comprometido"
________________________
El
liderazgo consiste en la capacidad de decirle que NO a algo por un SÍ mayor y
más deseable, nos comprometemos primero con nosotros mismos y nuestros valores
para después estar dispuestos a comprometernos con otros. Los problemas de
administración de tiempo tienen poco que ver con las agendas, más bien están
relacionados con la incompetencias para saber cuando decir que SÍ o decir que
NO. Estas dos palabritas guían y modifican el rumbo de la vida, y nuestra vida
es demasiado preciosa para ponerla en manos de otros. Cuando decimos que Sí sin
quererlo ni desearlo cedemos una parte de nuestra libertad y nos incapacitamos
para tomar otras decisiones.
En
la conversaciones con Alberto evaluamos la relación que tienen sus respuestas
con los propósitos personales y organizacionales, así como re-encuadramos los
valores que guían la toma de decisiones y generamos aprendizajes necesarios
para comprender como impacta en su
presente y su futuro, pero también dio cuenta de como sus decisiones también
impactan en la pequeña artista que dejó su huella creativa a sus espaldas.
Diego M. Lo Destro dlodestro@dlgrouplatam.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario