Uno de los trabajos interesantes que estoy realizando es la asesoría al proceso de cambio de una importante institución de Chile. Tiene el interés de estar en el frente y cuando se pisa la roca real de este territorio, aparece una y otra vez, inapelable, la constatación de la facilidad con la que omitimos la teoría que hemos elaborado sobre la Gestión del Cambio.
Como dijo Kurt Lewin "No hay nada más práctico que una buena teoría" y esto porque las buenas teorías aparecen como resultado de la recurrencia de la experimentación ¿Por qué entonces no las tenemos en cuenta?
Dos enemigos que están siempre acechando son:
- La prisa. "Está bien. Eso es importante, pero no podemos permitirnos tardar más de lo debido" ¿Cuánto es lo debido? ¿Cuánto terminamos tardando cuando damos paso y peso a la prisa, entendida ésta como la evitación de ciertas acciones que unilateralmente decidimos considerar superfluas?. Toda construcción requiere de cimientos, aunque sería más rápido empezar a levantar paredes.
- La creencia que nosotros somos diferentes y que aquí no es necesario seguir lo comprobado por otros. Finalmente "Nada de lo humano me es ajeno" (Publio Terencio "El Africano")
Este preámbulo es para traspasar a este blog alguna de las notas de mi cuaderno de viaje de esta consultoría.
- Es difícil plantear un cambio si no hay un respaldo nítido de la alta dirección
- Es contraproducente si en el equipo directivo superior no hay una concepción sólida que el cambio es sistémico, estratégico y que les compete a todos colaborar alineadamente. Un comentario de exclusión en este sentido es una bomba de relojería contra el proyecto.
- Cuando un cambio de prácticas implica modificar creencias (la mayor parte de las veces) no se puede elegir para implementarlas a personas que no tengan el perfil de agentes de cambio. No suele funcionar eso de que yo hago el cambio técnico y otros que se encarguen del ablandamiento. El equipo de gestión del cambio es un recurso a disposición de los implementadores, no sustituyen la labor que ellos deben hacer en la interacción relacional con su entorno.
- Se requiere que los principios culturales que se pretenden sean aceptados con auténtico compromiso previamente para que no se aprovechen las dificultades que toda implementación tiene para bombardearlos.
- Primero viene la estrategia, luego la estructura. Eso lo sabemos. Pero también primero hay que definir los roles (que afectan las relaciones de poder) luego los procesos. Cuando planteamos el cambio de los procesos sin haber establecido los roles estamos dejando abierto el campo de batalla por el poder.
- Las competencias y la identidad del equipo de cambio es central para que sean tenidos en cuenta en sus recomendaciones.
- La comunicación realizada por quienes son considerados como los que establecen el "criterio de lo real" (Edgard Schein) es una herramienta permanente que requiere de repetición de mensajes. Y se debe hablar en fácil por mucho que nos atraiga lo difícil.
- Tener un conjunto de indicadores visibles que no son los que nos producen la comodidad y el confort produce sentido de premura (John Kotter). Hay una interesante distinción entre premura y prisa.
- La consistencia de todos los factores es clave. La idoneidad de alguno de ellos combinado con la debilidad de otros produce mayor frustración (recuérdese los resultados del Real Madrid de "los galácticos")
- Nada hay mas importante que la voluntad y las competencias de las personas. Querer y Saber, dado que estamos en el supuesto que se puede.
Anoto hoy el nombre de Osvaldo Schaerer. Y recojo una cita que hizo en la última reunión, porque aunque pertenezca a otro, es suyo el don de la oportunidad de ser dicha:
"El nivel de satisfacción que produce el ser consistentemente mediocre es mayor que el de ser erráticamente excelente"
Desde luego la aspiración es la de ser consistentemente excelente. A eso venimos a la vida y a la profesión, a un camino muy largo, en el que tenemos que aprender que al volver la vista atrás veamos la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Luego de leer tu interesante artìculo, en donde cada vez se ven mas dèbiles los equipos de Alta direcciòn y percibo que lasdirectrices son poco claras diluyendose en los grupos de trabajo., ¿Deberìamos volver a los equipos fèrreos? esos que personalizaban "La uniòn hace la fuerza", por supuesto no en forma literal. En cuanto al requisito que agregastes a personas a quien admirar, "humildad", virtud de la mano con lo moral que nos hace reconocer nuestras bajezas y miserias; A los que dicen llamarse exitosos hoy en dìa ¿les interesarà sacar estas miserias personales y trabajar con ellas?, asi y todo deseo que tu lista se incremente. Gil
ResponderEliminarSaludos desde Maracay, Venezuela!
ResponderEliminarUltimamente he estado investigando sobre el cambio institucional en economía y esta relacionado con este proceso de cambio, ¿Podría aconsejarme algunas lecturas para ahondar en el tema?
Aún cuando ha tardado, muchos muchachos que lo conocimos en el congreso del año pasado acá en Maracay hemos entrado de lleno en la lucha por proveernos una mejor sociedad y sería de muchisima utilidad para nosotros. Pues las notas que ha expuesto en su articulo las hemos vivido en la corta carrera politica que llevamos.
Gracias,
José Capote
Disculpa José que no te haya respondido antes. Llevo una temporada viajera y llena de actividades.
ResponderEliminarHay mucho para leer. Creo que os hablé en Maracay de Ronald Heifetz y su libro "Liderando sin respuestas fáciles" Tiene otro posterior "Liderazgo en la línea:sobreviviendo a los peligros de liderar".
Os recomiendo también el último de Fredy Kofman: "La empresa consciente" y un compendio de artículos que se publico hace unos años bajo el título de "preparando el Futuro" por la editorial Gestión 2000.
Un abrazo y me alegro que la siembra esté floreciendo en ese grupo de personas de la que me hablas
Nuevamente te intento contactar, para que me puedas informar algún correo dónde manifestar algunas dudas y consultas.
ResponderEliminarCordialmente
Mario Godoy
Mario basta con que me dejes tu mail y te escribiré allí.
ResponderEliminarSaludos
Juan