miércoles, septiembre 28, 2005


Carpe Diem

La semana pasada en los días de las "fiestas patrias" chilenas viajé por el Norte. Quisé sentir la atracción del desierto y el mar, esa mezcla original e intensa. Camino de Pica la silueta de la Iglesia de Matilla me hizo pedirle al taxista que parase. La fotografié. El instante fue luminoso, de un gran silencio, mágico. A la mañana siguiente leí en el periódico que poco después de la medianoche la Iglesia se derrumbó. El efecto del reciente terremoto hizo su obra cancerosa.
Esta puede ser, tal vez, la última foto hecha a la Iglesia.


Esta sensación de la fragilidad, de la volatilidad del presente es la que me acompañaba cuando hoy escribía mi minuta a "J" y le decía ¿Por qué esperar? ¿Por qué devaluar las propias aspiraciones? ¿Por qué no hacer hoy lo que debemos hacer aunque no sea lo politicamente correcto?

1 comentario:

  1. La conciencia de fragilidad es una experiencia que siempre nos aterriza....y que buena pregunta lo último, me saco una pequeña roncha que voy a solucionar ahora mismo....Gracias Juan.

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